ni
cuentro preguntándome cĂłmo será ese regreso. A Vanessa le gustarĂa volver a ver a
e habla tan bien de Ă©l, pero siento que me omite a
mpacast
preparaste a Luk
la caja de transporte. – Van
ión, pero estará seguro dentro de la
esperarnos antes de irse? Será
llegó el momento de que papá se haga cargo del negocio para que ella pueda pasear un poc
lo pro
na sonrisa en es
bo
y acordamos tomar una cerv
te llama para pedir
cambiada. Él fue a vivir con el padre, asĂ
na buena paliza a
acĂł para mi madre ese lado materialista... no me dejĂł en paz hasta que
te merecĂas. – Paula tomĂł un sorbo de chopp y revisĂł la mes
en la empresa, yo me quedo co
ue su hijo
tener sexo con el jefe, ese serĂa el mayor disparo en el pie que podrĂa darme
de ellos levantándose. – ¿Po
nriĂł y y
r. – RespondĂ, el
HĂ©ctor y
soy DĂ©bora y
, eran del tipo de pendejos que pagan. Paula estaba demasiad
edes parar un po
o de e
. – Héctor trató de decir, Paula y Fabio ya estaban besánd
pero sé reconocer cuan
forma de ser. Pasamos toda la noche escuchándolos hablar de sà mismos, que
os que irnos aho
a casa. – Respond
rtamento, yo pedirĂa un taxi para ir a casa, gracias a las dos cas
é a casa a salvo! – Fabio d
Yo me levanté también, no esperé que ellos pag
la de la mano hasta
ser tont
s sola con ese hombre que acabas de conocer. Prefiero arrepentirme de
a pasarme tu contacto. – Era Héctor y Fabio nos miraba apoyado en el coche, pensando q
staba con archivar el contacto. Un taxi paró para nosotros, prácticamente metà a Paula dentr
. Un coche plateado se parĂł frente a mĂ, me asustĂł, pero el portero del edificio nos estaba vi
el viaje, porque sé q
ia otro lado, HĂ©ctor estaba
urarme de que llegaran bien. ¡C
recĂa" ser recatada y centrada, un ricachĂłn se insinuĂł a mĂ. Es
de que no lo parezca, pero he tenido
del auto, miré para los lados y no pasa
to auto. Lo malo es que va a descubrir dónde vivo también, pero eso
el centro,
radas en mi escote. Finalmente, llega
as por
era un hombre tan guapo y yo no resistĂ. TerminĂ© dejándome besar
Ăłn, parecĂa lo suficientemente grande y s
l coche, dejĂ© a un hombre con una erecciĂłn y simplemente salĂ