o la mano y rozando delicadamente la mej
o"
os sentimientos arremolinándose en su interio
se agitaban levemente y bajó la mirada. No
me dé una ducha. ¿Te importaría traerme algo d
ndose en el instante en que recordó cómo ha
nía ese recuer
baño, dejando a su
apresuró a sacar algo
ios y un salón, y una de las habitacion
o tenía mucha ropa y las marcas no eran conocidas.
o al centro comercial y comprarl
endo la puerta del baño, descubriendo
on los músculos bien definidos bajo su
tina timidez se apoderó de ella y se apresu
tomó la ropa y la miró
sus momentos íntimos. Al instante, Noreen sintió que el calor se le subía a las mejill
sonrojadas, se preguntó en qué momento se
impia, Henrik se puso un delantal y se di
en la mesa el uno frente al
e ofreció él, colocando un crujiente
estás libre?", respondió ell
a cita?", preguntó su
fruncía los labios y apartaba la mirada tímidamente. "No, solo
onder: "¿Qué te parece si lo vamos el próximo
una pequeña sonrisa en
era el día en que la pareja
había cicatrizado y no
o, va
aje y salió del dormitorio, lista par
uminaron al verla acerca
el tejido del vestido. La forma en que su cabello caía
o, sintiendo la suavidad de
la, Noreen sintió una oleada de calor recorrié
arse, pero é
tomados de la mano, podían ole
él. Con sus hombros anchos, cintura estrecha y piernas larga
varias bolsas, sintiéndose
ía, un deslumbrante anillo de diamantes d
que cautivaba a las mujeres,
sado comprar un hermoso anill
idad era muy
isteza en el rostro apartó la
ento a su expresión. Este se detuvo bruscament
bos, con la nariz enrojecida
u esposo le preguntó: "¿Te gus
demasiado car
lo, pensó que no sería prudente gastar el dinero ta
rte por aquí! ¿Has venido p
alsa sorpresa. Tenía una expresión de suficiencia en el rostr