scuchar a su mujer, no podía creer hasta donde llegaba su egoísmo y su falta de consideración para con su propia hija. - ¡Pero Maruja por Dios! ¿Te estás escuchando? ¿Te das cuenta de lo que acab
cutiendo y eso le generaba más preocupación e impotencia al sentir que no podía solucionar nada para evitar ese trago amargo por el que estaba pasando él y su familia. Pero lo que más le dolía era su hija, él no quería que su hija pasara por tanto dolor y sabía que en el fondo todo lo había generado él con su irresponsabilidad de haber perdido el patrimonio de la familia. En ese momento le comenzó un fuerte dolor en el pecho que hizo que éste se cayera al piso ante la mirada llena de horror de ambas mujeres que inmediatamente dejaron de discutir para auxiliar a Miguel que ya se encontraba en el piso totalmente desmayado y además inconsciente. - ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! Por Dios papito ¿qué tienes? Rápido mamá llama una ambulancia mi papá se está muriendo. Maruja salió corriendo y llamó al número de emergencias e inmediatamente pidió que le enviaran una ambulancia. (...) Dos horas después.... Miguel había sido trasladado a una clínica privada, al momento que Maruja y su hija fueron a verificar si ya lo del seguro médico estaba listo, la persona que estaba haciendo el ingreso le dijo: - Señora la clave del seguro médico ha sido negada. ¿Tiene alguna otra forma de pago? - ¿Cómo que ha sido negada la clave? Eso no puede ser, es un seguro por una suma lo suficientemente grande para poder cubrir no solamente el ingreso de emergencia, sino hasta el tiempo de hospitalización que mi esposo requiera en esta clínica. Sin dudas debe haber un grave error, así que no me diga que mi esposo no tiene ya el seguro. Eso es imposible. - Pues lo siento señora Cimarro, pero la clave ha sido negada por falta de pago, al parecer ustedes tienen una deuda muy grande con el seguro y por eso no pueden aprobar la clave de ingreso, le agradezco que me diga ¿Cómo sería su método de pago para poder cancelar el ingreso a la emergencia? ¡Claro! Sin contar los gastos médicos que el paciente vaya a necesitar cuando el médico termine de verlo. Maruja y su hija se miraron aterradas, la verdad es que era una situación que se escaba de sus manos puesto que ellas no tenían ni un solo centavo. - ¿Mamá y ahora qué vamos a hacer? - le preguntaba llena de angustia Emperatriz. Maruja que estaba llena de odio a su marido por haberlas llevado a esta situación tan deplorable y humillante para ellas, enseguida le respondió: - Pues la