lirse de control para Keidys, se empezaba a arrepen
ordinaria y tener amigos que la quisieran por su personalidad, aunque, para ser sinceros, era difícil sobrellevar el carácter de Keidys. Había tenido una discusión con su he
ritó su hermano-, ¡
l estrellarse con un carro al no poder frenar. Keidys quería que pagara por todo el sufri
uturo. Al posar frente a una cámara o recibir los gritos de las personas al verla, sen
cuando le llegó la oportunidad de protagonizar una novela, ella lo rechazó,
do mal! -les gritó
mucho -se d
n a murmurar cosas groseras sobre ella. La joven había podido escuch
de derramarse. Por las noches tenía pesadillas y algunas veces lloraba
o pasar un gran ridículo frente a un grupo de personas, aunque no eran muchos,
ees? -le preg
edas hablarle de esa manera a Alejandra, ella es humana como tú, no quiso hacerlo a propósito: el refresco se derramó sin querer -
altivez. Las manos de Mateo empezaron a tembl
pate -o
deja eso y vayámono
no es más que noso
uedarás todo el día aquí, solo -Keidys soltó una
creía que aquel joven estaba totalmente enamorado de aquella mod
a-, ahora ella debe odiarte, ¿cómo con
la? Solo mira cómo te trató, te dijo torpe y bruta, ¿qu
llegar a sus oídos la voz de Mateo, en cierta parte, l
amas? -preg
ía, aunque, algo muy adentro le decía que por más cruel q
a respuesta, no quería hacerlo, le dolería e
como un objeto dañado que no tenía arreglo. El salón de clases se encontraba en un silencio absolut
co se hicieron más fuertes y Keidys pudo apreciar el
se sentó quedando frente
en aquel momento, sus ojo
dias tanto? -i
quieres sabe
ti o poder tener un compañerismo,
hasta una vez intentando escapar de tus amigos me tropecé y me rompí el brazo. Mis padres estaban muy asustados por mi situación, podía escuchar a mi madre llorar en las noches; querían que el director resolviera el problema, pero al ser ustedes de familia importante, hicieron como si nada pasara. Tuve que irme de la ciudad, no quería seguir ni un momento más aquí, muchas veces llamaban a mi casa y cuando yo contestaba
iez años
e arrojaban papeles y otras cosas mientras reían. Se encontraban a la salida del instituto
rechazada -le dijo y des
r hacia su derecha y pudo divisar a Josef, quien estaba estático, obse
ual
forma fea, no importa, eres el más inteligente, les da igual tu apariencia, todos saben que si te pones una ropa de la última colección vas a quedar irresistible. Todos te admiran. En cambio, yo... soy una modelo a la cual emp
dys,
sto-, ¡no te disculpes! ¡No lo harás!, ya te lo dije ante
disculparme-i
ordo? No
hacerlo, le dije a todo
diaba cada parte de mi cuerpo. Mi infancia se dañó esa maldita tarde, era un infierno el mirarme en el espejo. Tenía grandes ojeras porque cada vez que trataba de dormir escuchaba tu voz diciendo que era horrible y me v
sabía qué más decir y Keid
culparas, porque yo nu
todos a su alrededor la quedaban viendo, sus ojos estaban rojos
jo Keidys, nunca pensó que ella hubiera sufrido tanto. Sus palabras
erfecta para hacerle la vida imposible, su sueño era ser doctor, así que su gran