ra vez para asegurarse de que su vista no lo estab
a otra que la chica a la que casi
esperada y muy molesta-. ¿Acaso eres i
ojos muy abiertos, aterrad
, una chiquilla ignorante como tú no puede saber el precio de algo tan caro y antiguo. ¡Esto es el colmo! ¡Q
hombro, interrumpiéndola-. Ya está bien, querida
n la pobre chica que Carolina siguiera gritándole de ese modo. Los acci
con las manos-. Algo tan insignificante como esto no puede arruinar mi día. Voy a tomar un baño de sales para r
los ojos para mirarlos a ellos dos. A Darío no le agradó ni un poco ese gesto por par
asunto. Su prometida estaba muy nerviosa ese día porque las cos
solos, Darío se d
tás
acio con la cabeza si
garganta. Se refería al hecho de que ella fuera su empleada después del c
parecer ya no tenía ganas de ser una chic
u ape
idalgo -respondió ell
y de inmediato lo hizo remontarse a su infancia. Cuando él tenía nueve años su tío pater
e los negocios, probablemente más in
e entonces para detenerse a pensar en cosas de adultos. Aún no tenía idea de la causa, ni tampoco había escuchado nunca má
r eso ya nadie la mencionaba. Un destino bastante triste p
para ser tu primer día haber roto un jarrón
idente, juro que no volverá a pasar. Pagaré hasta el último centavo de lo que cueste, haré horas extra
que Darío había pensado para decirle le parecían demasia
a montar un espectáculo. Sim embargo, sentía demasiada pena por esa chica. Sabía lo que era se
oto, no se trata tampoco se una reliquia familiar, no te pr
entonces? -preguntó
da es una chica muy sensible y algo irritable a veces, así que es mejor que hagas
parte ya estaba resuelta, ahora faltaba comunicá
la chica de repente -. Pen
ar la pregunta. Ella pareció
en sus asuntos. Lo siento mucho -volv
de la habitación antes de que Carolina regrese -repl
con agua y limón para tratar de relajarse un poco, había tenido un día muy intenso, sin
us socios escuchó que la chica estaba murmurando algo
que soy tonta, eso es lo menos que me debe por casi atropellarme. ¿Dónde te h
palabras de la chica fue reemplazada
que pensaba de él? ¿De dónde h
ueve. Era muy joven y rebelde, incluso le recordaba a sí mismo a esa edad. Él tenía veint
encontrar personas así que aún no hubi
Clara, Darío avanzó por el pasillo p
a recordaba la última vez que se había reído de verdad en semanas. Su vida s