a fuente en medio de todo tipo de flores y plantas, pero la que más me gustaba ver eran las girasoles que eran protegidas por una cerc
o?, pero esa pregunta es muy tonta, << ¿c
, como yo tenía seguro infantil tenía que esperar que él abriera, al momento de abrir la puert
importa camino por cada pasillo que hay, siento sus pasos detrá
o, inspeccionando todo el lugar e intenta
rande, no se veía tan inmenso a través de la ventana del auto, encuentro una banca y me siento en la banca que se en contra enfrente del mar nos quedamos en un silencio total, viendo hacia el mar; siento tanta
n la superficie, se en donde me encuentro pero es imposible hacerlo, pero lo que más me pone en al
ropios ojos como el sol se escondía en el horizonte dándote a entender que te se esconde debajo del mar, sabiendo que el próximo día se va a levantar desde ese mismo lugar, así como un ciclo sin fin, volteo a ver a mi acompañante analizando aquella sonrisa que no le regala a cualquiera, a su lado
da como comida para apaciguar el hambre mientras te llevo de regr
pollo, con su aderezo, un vaso de unicel con limonada fría
me enderezo bien en la manta y me pongo a comer, siento s
s profundo de mi cabeza, como si tan solo pensar en eso todas mis neuronas se pusieran en alerta, no puedo mentir, me siento en una fase donde no comprendo el amor, con nadie había sentido esa conexión como la sentí c
o rara en la forma en que se me queda mirando, al terminar de comer él educadamente retira el plato y lo guarda co
incomoda al terminar de decir eso, me sentía una sumisa que estaba a su merced sin voto a mi palabra, su semblante cambio totalmente todo él se
la misma acción tomándome del brazo con fuerza arrastrándome al auto que se encontraba estacionado en el mismo lugar de cuando
podía, todo ha sido tan rápido, llegada de Santiago que siempre esta atrás de mí, yo no me considero fea pero tampoco bella como las mujeres de las revistas o películas para poder tener a un hombre c
or el simple hecho yo estaba en su "territorio", le dedico una sonrisa mientras intento abrir la puerta olvidando el seguro de niños, su mano cubre mi muñeca deteniendo el acto, volteo para
scusión donde sé que él ganaría, abro la puerta del edificio entrando muy dramáticamente pero ni loca
ndo ha dado un giro de 90º grados, el señor/joven que me sigue a todos lados, me manda, me mueve como él quiere, lo he leído en varias ocasiones en libros, pero nunca me imaginé que me pasara en mi vida, extraño mi vida tranquila, hacer y moverme como quiero, un trueno hace que me asuste, cierro rá
s están por desaparecer y mi linterna no durara mucho, me dispongo a dormir a las 10 de la noche, pero cada vez que lo estoy consiguiendo un trueno ti
tocando mi cuerpo, la sonrisa que me regalo hoy en la playa, lo guapo que se ve en
nido proveniente de la cocina me pone en alerta y camino hasta aquel lugar donde me encuentro a Santiago sonriénd