e rocas que Rebecca habÃa armado en el marco de su ventana, le encantaban esos pequeños detalles y
sta –le inf
o de amatista ¿son tuyas? –le
ustan l
no es un trabajo que impacte –dijo Maya haciendo una mueca de desdén en su rostro tan pare
ma una roca naranja y junta s
ina –Rebecca le
or unos segundos con tristeza en sus ojos- Ha sido difÃcil venir aquà y conocer a papá, pero me gustó ver la cornalina, gracias –le
era, parecÃa ser muy inteligente y tener un deje de tristeza en todo su
os –le dijo su madre c
onocerte pequeñina –
u colección, me gustó muc
edó observando el intercambio entre su hija y su asis
mi hija –dijo Margot tomando a maya de la mano y
cca, pero a esta no le quedaba más opción que guardar silenci
l resto de la semana, almuerzos, reuniones, todo
sucedi
, esta semana tiene que viajar por unas seccion
o asà pasarÃa tan deprisa, estaba segura de que era una táctica de Margot para
Cañón, tengo pensado llevarla ahà y necesito que tú vayas con nosotros
ntando decirle a este señor arrogante que no querÃa trabajar más para él, no puedo senc
trabajando con Liam y todavÃa su aire de superioridad lograba sorprenderla. Ni siquier
é nada sobre niños, además, eso está f
en negar la propuesta con la may
–Liam hace una pausa y el pesar cae sobre su rostro- mi hija me culpará en algún momento
a muy buena oportunidad para estr
Vi la forma en que tú y ella conectar
d la estuviese mirando, una mirada penetrante con un tono bajo de
con esos ojos, ni habÃa sentido ese salto en el estómago con él, hasta esa mañana, lo detestab
nda, has pasado muchas largas noches y muchas conversaciones incómodas
puedo ir con usted –dijo
e la oficina, pero ya has tenido que
–él parpadea sorprendido, no se
podrÃas ir? –l
ue ren
ejas levantadas, al igual que una de las comisuras de su boca
s renuncia
es, eso y miles de cosas más que no quiero enumerar porque no creo que sea muy ét
sta mañana no era mÃa, ni los brasieres anteriores –l
n una situación como esa Liam encontrara la oportunidad perfecta para ha
lpa! –le respondió ella sin gritar, pero
mbrado a que las chicas se le resistieran, ni a que le dieran un "no" por respuesta, usualm
ta, acepta ir a este viaje, conóceme un poco mejor
bÃa algo en la mujer que tenÃa j
en paz con la decisión qu
ra –le respondió
o, lo acept
ta- solo una cosa, para que después no digas que no te advertÃ, u