ta seca. El miedo se instaló en su corazón y, presa de la angustia, corrió al baño para vomitar. Habían pasado ya un par de meses desde su matrimonio con Max, y entre tantas ocupa
tes del baño, su corazón se aceleró. Con nerviosismo, empujó la puerta y encontró a Abigail pálida, casi desmayada,
tó Max, con la voz temblándole
responder, su v
me siento un
cupado. Se levantó rápida
s marcaba el número. -Y también le dir
ó con ojos lle
a nadie, Max. De ve
irmeza. -No voy a dejarte sola en es
ax no podía evitar sentir que el
bas eran concluyentes. Con una mezcla de miedo y melancolía, Abigail sintió cómo en silencio se apoderaba de e
lo más maravilloso
sintiendo una mez
istos para esto? -preguntó con
ados. Este niño podría ser mi oportunidad -respon
de Max, pero sentía que, a pesar del miedo, había
*
ó sus miedos y sombras, e incluso sus temores, y tomó a Abigail entre sus brazos co
té sucediendo -dijo Max, mi
res-respondió ella, sonriendo
o que voy a hacer todo lo posible para ser el me
aso del camino -contestó Abigail, sintien
con ternura, acarició sus mejillas. Sin e
ue ocurrió en la no
ia y su expresión c
dió con firmeza. -No quie
ón de un dolor que aún no había sanado. Sin poder contenerse, lo empujó
.. -intentó él, pero
Necesito
Max en el umbral, sintiendo el peso de su arrepentim
su corazón con amor, sin que el temido y ardiente deseo sexual se lo impidiera. Solo quería enamorarla con dulzura y ternura. Si antes había comenzado a
nerviosismo, marcó el número de su mejor amigo, Elliot.
eniendo apenas su alegría. -
rio -respondió Elliot, con
, sintiendo cómo una sonri
-Elliot estalló en risas, aunque su sorpre
me su corazón a pesar de todo lo que ha pasado -confesó Max, si
ás seguro de que esto es lo que quieres? -pregun
crezca en un ambiente lleno de amor-respo
dijo Elliot, cuyo entusiasmo era
mites que habían marcado una etapa dolorosa de su vida. La noticia de que iba a ser papá lo llenaba de una renovada esperanza y le daba fuerzas para enfrentar el futuro con valentía. En su corazón, una chispa de amor y anhelo por Abigail comenzó a arder con más intensidad. Sabía que debía luchar por ella, no solo por el bien de su futuro hijo, sino también por el profundo des
*
insiste en que renuncie a dejar la mansión y también a Max. Sin embargo, Abigail, con una firme determinación, se mantiene firme en su decis
Esta casa ha sido tu hogar, y Max... Bueno, él también necesit
o por la ventan
ándome a algo que solo me ha traído dolor. Mi matrimoni
ees que sería mejor para
n un ambiente saludable, y eso no incluye a Max. Nece
ero a veces las segundas oport
os errores. Es hora de que ambos sigamos adelante,
corazón sabe que es necesario anteponer el bienestar de su hijo y su propio bienestar emocional. La comida, que antes le parecía un placer, ahora le parece insípida, como si el sabor se hubiera desvanecido junto con la esperanza de una reconciliación. Mientras mastica lentamente, sus pensamie