salvar a la princesa?", bromea Ryan, sonriendo de lado mientras se deja
tratando de mantener la compostura. Miro hacia los papeles en mi e
echo y finge un gesto dramáti
si no fuera yo, ¿a quién más le hablarías de tu apasionante y m
segundo, exhalando.
e siempre lleva. Luego se inclina hacia adelante. "Pero venga, dime más. ¿Cómo fue eso de salvar a l
a mi rostro. Ryan siempre sabe cómo desarmar
tono seco, moviendo los papeles sobr
distante...", Ryan apoya los pies sobre mi escritorio, ignorando mi expresión de desaprobación.
sé que no servirá de nada. Ryan s
". Me detengo, como si elegir las palab
. "Sabes, si no supiera que eres tú, pensaría que me estás ocultando algo... tal vez una histo
respondo en un suspir
ue ins
éroe todos los días, ¿vale? Porque si esto se convierte
cia llega
por un segundo?", le lanzo, y finalmente m
", Ryan finge seriedad, pero aún
ncontrarme", me guiño un ojo y, sin más, se levanta de su silla,
despreocupado, el completo opuesto de mí. Sin embargo, por alguna razón,
⊱𓇬⊰
, pregunta Clarissa, abriendo la pue
documentos y apenas pued
ando la puerta tras de sí y, para mi sorpresa, poniendo el seguro. Levant
e disfrutando de la situación. Me resulta evidente lo q
í, no
norando por completo el hecho de que estamos en nuestro lugar de trabajo
entro de mí. Este tipo de comportamiento, especialmente en la oficina, me irrita más de l
la apenas parece escucharlo. En cambio, se acerca aún m
manos en mi escritorio. "Siempre lo mismo. ¿Cuándo vas a dejar de po
ando los brazos en un intent
lo personal con lo laboral, Clarissa. Est
ido a reconocer como la que usa cuando
o un momento...", da la vuelta al escrit
eos, es lo que está desgastando nuestra relación. A ella no le importa dónde ni cuándo, siempre busca lo mismo,
vez es más cortante, y espero que
ndome con una mezcla
otra vez?", pregunta, con l
i escritorio, tratando de reto
respeto. Estoy en e
luando mi expresión. Finalmente, su rostro c
s de girarse y dirigirse hacia la puerta, quitando el seguro de un solo movimiento bru
ntreabierta. Exhalo, sintiendo el peso de la situa
i trabajo", susurré para mí mismo cu
d, cuando trabajamos juntos en un caso hace un par de años. Ella era
lo nuestro no fue amor a primera vista. Fue más bien su insistenc
ructura y calma, ella parecía disfrutar de la intensidad y el caos. Me rodeaba como una tormenta, y aunqu
pasión que podría equilibrar mi vida. Pero conforme los meses pasaron, me di cue
d, que inicialmente creí refrescante, empezó a ser un problema. Especialmente cuando intentab
bía cruzado una línea que para mí era sagrada. Y lo hacía una y otra vez. No se trataba solo de
ría lo que quería, cuando lo quería, sin importar el contexto. Mientras que yo prefería el co
nto que se apoderaba de mí. Había aceptado una relación que desde el principio no encajaba en mi vida, todo por
me consumía. En lugar de apoyarnos mutuamente, parecía que estábamos en constante desacuerdo sobre cómo debí
. La estructura que me daba, la tranquilidad de saber que en ese espacio todo tenía un orden y un propós
llevaba tiempo rondando en mi cabeza: Clarissa y yo no éramos compatibles,
⊱𓇬⊰
o de dos días tendría un juicio y, además, dos casos que debía finiquitar. Apenas contaba con ese tiempo p
portantes que cualquier otra cosa. El cansancio me golpeaba con fuerza hoy. Había estado en esta situación
caricatura. Fruncí el ceño, levantando lentamente la mirada hasta encontrarme con Elianne, recostada sobre sus rod
era asunto mío. Pero entonces, el aire frío que se colaba en el pasillo me hizo dudar
nsancio y la lástima que me provocaba verla ahí. No po
istancia, pero lo suficientemente cer
je, mi voz ba
driosos. Parecía sorprendida de verme, como si no h
ener la voz neutral. No quería parecer entrom
era estado completamente consciente de mi presencia ha
o en voz baja, como si fue
eramente el ceño. ¿Esperándome? A estas horas de la n
unté, no ocultando la
ra había estado oculta entre sus brazos. Era una caja sencilla, de colores claros que
amente hacia mí. "Es un obsequio, por lo que hiciste est
tos de la mañana. No esperaba ningún tipo de agr
o de mantener mi tono neutral. "N
hombros, sonriendo
uería hacerlo
Era un gesto simple, pero genuino, algo que no esperaba encontrar después de un día t
ndiéndome a mí mismo po
leve sonrisa iluminó su rostro, esa sonrisa cáli
tu tobillo?
de recordar el incidente, luego levantó la pierna
o, aunque esta vez con un toque de timidez. "S
encontraba. Ahí estaba ella, sentada en las escaleras, en pantuflas y pijama a juego, en plena noche, ent
amente sobre sus talones, mirándome como s
descansar", dijo finalmente, como
, aunque no querí
la consideración", guardé un breve si
girarse lentamente hacia su propio departam
ten. Las hice espe
hacia su puerta, dejándome parado ahí, en medio del pasillo, sosteniendo un
saparecía tras su puerta. Lo mejor era dejar de pensar en tantas