cción de amor, para que comprendas que mi corazón solo puede est
ernía sobre mí, pero mi cuerpo no respondía por más que tratara de moverme. Me encontraba paralizada, asustada y muy angustiada porque mis sentidos no reaccionab
e? ¿Por qué ninguno hace nada por salvarme de ese hombre? ¿D
odo el cuerpo. Era una situación asfixiante y abrumante. Mi corazón latía rápido dentro
vidar, porque la tenía grabada en mis memorias y siempre llegab
sto en el momento que desvié la mirada y vi a mis padres acostados a mi lado, pero por más que gritaba, ninguno de ellos me escuchaba. M
do mi sistema. ¿Qué debo hacer? ¿Por qué nadie me escucha? ¿Acaso se cansaron de
apareciéndose cuando mejor me encontraba, y todo ese doloroso pasado par
e recordaba en ciertos momentos de mi vida. Esas lágrimas llenas de miedo y frustración brotaron de mis ojos sin poder contenerlas por más tiempo. No podía respirar, se
brindó calma. Esa sombra grande y terrorífica que me asechaba con insistencia fue deshaciéndose en el aire a gran velocidad hasta quedar hecha en polvo. Ese sentimiento de angustia y miedo qu
dome al calor de ese cuerpo que me llevaba siempre a la serenidad cada que entraba en contacto con el mío. Su voz sua
iando mi mejilla con la yema de sus dedos-.
ada de que me viera llorar nuevamente-. ¿Por qué no puedo olvid
a mí-. Conmigo estás a salvo, lo sabes, ¿verdad? Sabes bien que, mientras esté aquí contig
ontra mi piel con extremo poder, como las otras veces que se acerca en demasía a mí, alteró los latidos de mi corazón. Su aroma, su cercanía, sus palabras, sus suaves carici
ento deseé ver la claridad del cielo en su mirada, pero la poca luz
n ladrón? - le recordé, queriendo sonar graciosa, pero él se encontraba muy ser
ededor - descansó su frente en la mía y suspiró, cerrando los ojos con cansancio-. Y no estaba equivocado, pues unos años después, conocí ese dolor que has cargado tú sola por mucho tiempo y me juré que nadie volvería
a no tienes que c
egerte de ti misma, de ese pasado que no puedes soltar por más que quieras, de esas pesadillas que te dominan cada que se cumple un año más
, a diferencia de mis padres y de mi propio hermano, es el único el que me ha visto
agradecer por
que pude escuchar con claridad lo alterado que se encontraba su corazón-
uy lejos de la mía. Poco después y entre la comodidad de sus brazos, me quedé profundamente dormida, pero antes de cerrar los ojos y perderme en un sueño tranquilo, escuché una voz que me decía lo mucho que me seguía amando, a