HT Y ENMANUE
las hermanas de la caridad do
uería a su tiempo y si no lo estaba imponía los
á aquí con ustedes hasta segunda ord
ermana, aquí todas la hermanas saben
Juana no podía ver su rostro muy bien
abló con severidad. Arielle miró a
usurró y ella entend
ierra, alimentamos a los necesitados y ayudamos en el orden d
que Arielle las activida
iezas con t
steza en sus ojos, recordó el día que sería el más feliz de su vida, y estaba ahí, encerrada en cuatro paredes con una cama
s horas, se cambió y fue al desayunador y luego al
tocó la semana de la caridad. Tenía que salir a d
ue realiza esa institución y ustedes enseñaran artes a los niños, como cantar, pintar, y d
Pero tenían una personalidad muy extrov
epto sin p
llá, tomarán un Uber por qué la buceta
á muy cerca el orfanato. -
cuidado,
maron lo que cada una le tocaba
a y Luz hablaban animadas mientras Arie
ís, no corro el peligro de encontrarme con Gabriell." Pensó sin da
de sus cavilaciones, tiró todo lo que llevaba
y salió del auto de prisa y corri
ulparme, no la vi. Vamos la llevaré a
da, Arielle trago el nudo en su garganta y parpadeó, se puso de pie tan r
y bien. -dijo Arielle recogiendo su
arla a un hospital para
un buen día. -se neg
que nos dio ese mangazo de hom
onrió, por escuchar
dios nos dio estos ojos para admirar sus hermosa
haciendo un ges
triste y callada. ¿Estás aquí en co
ne con
á es tu vocación. ¿Cierto? -as
callada y conti
r eso nos envían al exterior de esas paredes, para ver lo que el mundo nos ofrece y si
ecidió entrar al convento. Rebeca y Luz sintieron pesar en sus corazo
güenza, tu amor. Algún día encontrarás tu verdadero amor, ya sea aquí en el convento que es casarte con Dios, osea sirviendo a él
o necesito tiempo para ver con claridad lo que realmente deseo, s
es necesario vestirse con un hábito, también le sirves firmando un mat
l orfanato dónde compartieron tod
aron los días convirtiéndose en semanas, Arielle entro en más confian
na muy temprano decorarla con flores, pues se realizara una boda, n
día y ahora estaba ahí limpiando y arreglando la iglesia para una boda. Trago el nudo en su garganta y cerró los
a iglesia y empezó, junto con R
pétalo, Arielle sentía una angustia que no podía explicar, los latidos
y las enjugaba sin
a estaba decorada, y lista
sas rosas anaranjadas divin
mara, por ahí nos vigila Sor Juana, así que a mover esas patit
taba con cientos de invitados esp
a sala de control de las cámaras para mirar lo que sucedía en la basílica, y como siempre habían asaltado la despensa para
cambiarse. Bajo la lluvia artificial sus lágrimas s
ó el tiempo que estuvo en el baño, y después de que se sintió mejor salió envuelta en una toalla y para su sorpresa, en el lugar donde dejo sus h
Luz, ya dejen de jugar conmigo, no es graci
, quiero mi ropa. -dijo en voz alta cuendo
bruptamente la puerta y ella dio la espald
el vestido. -dijo uno
iato, traigan la ya. -or
avor vista se y acompáñe
voy a sa
hora, no me obligue a
epitió, cuando el hombre intentó levantarla y
vor. - dijo pataleando y el
e un momento, aunque no se por qu
ista se pronto.
que no escogió pero le recordó su triste día, sus lágrimas volvieron a sal
e sollozos, el hombre la
e, por favor col
l velo sobre su cabeza dejando ca
acabro del destino. ¿Quién había dejado a
orazón se estrujó, sus lágrimas rodaron y caminó cuando el hombre