rovecha de su sordera par
base, no tenían derecho a hablar así de él, su brazo no dejaba de moverse para destruir su r
pié. -Que desperdició no pudimos comer- seél tomaba todo con simpleza, no le d
ndo cosas que
des importancia no los p
inadlo ahora. - ¿Porque debes ser tú el que se acomode a ellos? Ellos también pueden hacerlo, si no escuchas algo bien pregúntalo tantas veces puedas yo lo r
e había hecho? Pero le alegraba que él se desahogase y se rela
e decir o que hacer el simplemente estaba de pié en frente de