húmedos deseaban besarla, pero se contuvo, su ris
el primer día que te vi. -La mirada de Mate
no tiene que ver contigo. No puedo entr
déjame demostrarte que es ver
me hiciste, sufrí mucho
raba un hijo mío, no siento nada po
un hijo tuyo y no te importó
solo me lo hubieses d
ban ambas. Se embarazaron en fechas próximas y el destino quiso que dieran a luz el mismo día. Lisana tuvo a una hermo
trata de ser feliz. Ya hemos sufrido bastan
das no aceptarme en tu vida. Me iba a volver loco de solo pensar que Adán pusiera sus manos sobre ti, eres
. Él ha sido mi apoyo y mi amigo, debo encontrar la man
da le devolvieron la alegría. Ahora, se sentía con mot
as vamos a ir por acá cerca a come
le a mi madre que gracias y que no se preocu
si quieres podemos esperarte un rato m
cky que venga a sentarse junto a su hija, yo debo irme a casa, tengo algo urgente
e los hombros, apenas levantó la mirada cuando v
te voy a quita
no nos deben ver juntos. No sé cómo voy a expli
opelladas le hac
verdad, ¿qué te ha dicho tu hermana?, no sé si
n ella, yo sé lo mism
í un error al f
e, tienen u
isa de regreso a la funeraria de
entras otros se aferraban a sus teléfonos móviles, tratando de mantenerse ocupados en medio de la tristeza. Dana se sentía atrapada en un t
n alivio. Se acercó con una
buscando -dijo Zoraida, tom
cosas en la cabeza. No sé
asegurándose de que nadie e
o? ¿Qué
que no quería estar aquí
de la mirada de Mateo y el deseo que h
qué s
tir lo que sientes? -preguntó Zoraida, con
con fuerza. Las palabras de Zor
nadie. Adán ha estado a mi
Zoraida-. ¿Qué hay de la felicid
o. Las miradas cómplices, el calor de su abrazo; pero, también recordó
Zoraida. Hay tant
uspiró, f
a. Si sigues en esta encrucijada, terminar
ago. Tenía que tomar una decisión, y s
n una resolución que no sentía de
guntó Zoraida
do seguir escondie
ocupada. Sabía que su hermana estaba a punto de e