tes con habilidades extraordinarias, profesores magníficos y enseñando clases que no se veían para nada aburridas
iño que la acompañaba, preguntándose para sí misma desde cuál de todos los mu
encarnar en alguno de otros mundos, todo dependía de su aura, de su mentalidad, y de su personalidad y corazón. Estos mundos eran siete en total, y la directora, Roxanne, los conocía perfectamente
cterística común de quiénes provenían de ese mundo; no podían recordar nada de su pasado, no sabían
nada más acerca de ell
n el suelo del centro de la oficina como si fuera un tapete de pieles finas. Adrián se asustó cuando lo vio, porque aquel tapete parecía que estaba vivo, sus ojos se mantenían abiertos, la lengua se salía de su
rectas, juntas la una
tulados para serlo, teníamos que presentar un desafío y traer con nosotros una prueba de que lo hicimos. Cada uno fuimos enviados a nuestros respectivos mundos, y el que más impresionara, sería el ganador. Ob
demia? - preguntó Adrián, manteniéndose quieto en su
ontra gigantes. ¿Quieres un té de manzanilla con miel? - la d
ponder el llamado de un chasquido de dedos de la directora, y dirigió su camino hacia Ad
la taza de té
drián preguntó con curiosidad y le dio un pequeño sorbo a su té, olvidándose que es
a prueba que harás para ingresar a la academia, de lo contrario, si no la pasas, si no demuestras que tienes habilidades extraordinarias, no me quedará más opción que dejar que te quedes siendo el conserje. Con derecho a vivir aquí en la academia, trabajando para mí y sirviendo a los pro
a directora y se sentó en la silla de enfrente de ella que, por suerte, no estaba encima del tape
soy tal persona y tengo esta habilidad extraordinaria. Quiero ser parte de la academia - la mujer frente a Adrián decí
ándose con el té que había beb
acuerdo, puede decirme, al menos, ¿Cuál se
s, solo te puedo decir qu
, la oficina en la que se encontraban desapareció, enviándolo a él solo a un l
ecorado de un color morado casi negro y Adrián se estaba poniendo muy nervioso, no sa
on frustración, su grito se oyó como un eco go
ar la prueba de selección a nuestros próximos estudiantes. Dime, chico. ¿Cuál es tu poder? - respondió la voz
n, buscando con desesperación el lugar hacia el que la voz de la directo
hacer las cosas más fáciles para nosot