poco más pequeña que la que tenía al lado. Mi celular sonó, sacándome de mis pensamientos. Miro la pantalla y es el número de la pequeña
stás, todo bien?! _ pregunto, bien em
que... _ hizo una pausa en sus palab
sucede,
lo cual teníamos que recoger personalmente,
da, mandaré a que lo rec
ia y eso me pone feliz; el pequeño Dilan salta de alegría y veo a Dawyon como t
Hace mucho frío, so
a pila de documentos. Doy por terminada la llamada y paso el celular a un lado. Vuelvo a meter mi cabeza en los documentos, termino unos bocetos y se los entrego a Alex.
oche a divertirte! Has tr
¿Y
erminaré unos trabajos. Tú puedes div
, me deja un beso en la f
r. Pronto tendremos que mudarnos a una nueva sucursal; tendré que tomar el mando hasta que todo esté en orden. Pensar que pronto
enso en su nombre y por su memoria, y darle una tumba como debería tener. Estoy segura de que la malvad
al lado del río Loto Creciente. Veo la foto y me recuerdo de mi madre; su más grande deseo era vivir allí, en esta vieja mansión. Tiene una bonita historia que
, y los ajustes para las otras habitaciones, las habitaciones extras, y los cuartos como laboratorio y un cuarto con intervención de ruido. Es para e
cierro la laptop. Me limpio los oj
nes de las calles, el cielo. Suspiro. Entro, m
de los niños y me pasa unas fotos de la decoración que inició hace días. Le felicit
oda la ciudad, y con su aglomeración en todo el mundo. Su exitosa cadena en toda la industria en el mundo la hizo ser el centro de to
ve desde distancia que es de la milicia. Arregla sus lentes de sol y su micrófono, mira a los lados, abre la puerta. Un hombre con pi
cima. Su éxito es un límite sin fin. Detrás de él, su asistente, Mario Purrel, habla mientras caminan al a
vez que deja el café. Él no tiene permitido tanto tiempo en su oficina si no es algo impor
o con decoración y color turquesa. Una alfombra con el logo de la lujosa corporativa. Toma un sorbo de café y abre unos cor
lo toma personal. Su hermano pequeño, Starlin Damasca, vicepresidente de la sede central. Entra y se s
no levant
legar y ya estás con la cabe
ntar la vista, con
lo que tienes que
d dará una fiesta de su cumpleañ
ije
iviértete un momento, solo es
che hace ocho años; su hermano nunca tuvo contacto con una
shb
con la chica que tenía planeada para él, Leonardo se dio cuenta de que la chica, que gritaba que no, era quien pensaba; tenía razón, ella también tal vez fue drog
l tomaría su responsabilidad como h
l flas
volvió la cabeza para evitar su mirada y tragó saliva. Pero
! Quiero que vengas, tal ve
rriendo de la oficina. Desde aquel incidente, él nunca volvió a tocar una mujer,