img NUNCA MÁS  /  Capítulo 5 Tu inútil hijo | 100.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 5 Tu inútil hijo

Palabras:1207    |    Actualizado en: 25/05/2025

que fue entonces cuando dijo «ajá» y adivinó todo, pero Sand

n positivamente -dijo Teo, asintie

esito tener reuniones cara a cara, hacer en

jo Teo alentadoramente, aunque

ustrada. "¿Puedes decírmelo ya?",

atención posi

ó Sandra-. ¿Qué quie

a b

silencio por un mom

ó, saltando

ada y furiosa a la vez. "¿Qué quieres que haga? ¿Casarme con un tipo de la calle

jo Teo s

lo XXI, y Monarc Corporation era una empresa multimillonaria; bueno, había s

la bomba: "Queremos q

curecerse. No podía pensar. De repente, oyó gritos de preocupación. No pudo responder. De r

ante. El sonido de su voz tan cerca la invadió, y se asust

ilízate, Sandra, no eres una niña». Sí, así es, era una adulta. Era Sandra Monarc, y era una mujer de veinticuatro años

y las tiró al suelo. Se frotó la cara con ambas manos y miró fijamente

as, como si fuera una cosita inde

de un salto. No iba a estar en una posición inferior a la

esperaban que se quedara sentada, que le dijeran qué h

o era lo que

Bi

Te y Red. "¿Esta fue tu gran idea? ¿Esta f

responderle como para despejar la mente de lo q

fue mi

as palabras y se encontró mirando a D

rrumpió su padre,

una información. "Hablen ahora". Les e

Teo había usado momentos antes-, Dante tiene un pasado de color

te irracional que todos han ideado para mí -respon

jado muy duro para dem

estado sobrio. Roger señaló la respuesta de Sandra: "¿Lo ves? Incluso tú lo dudas. Pero no ha podido cambiar la

nte lo verá como el Señor Saludable?", adi

. Sabemos que lo hará.

, dijo Sandra levantando la

si Dante se estableciera, se casara y tuvi

a alguien. Encuéntrale a una pobre y que le saque dinero", ofreció Sandra dramáticamente, buscando llamar la atención. "Eso sería una auténtica

aballeros mayores simplemente negaron con la cabeza. "Nunca funcionaría, Sandra", comentó Red, "y lo sabes. Los sobornos no garantizan silencio. Y

e mentir -dijo Sandra. Cuatro pares de ojos la miraron como si

atrimonio neto cercano a los dos mil

manos. Necesitaba más ideas, n

lencioso. "¿Por qué estás tan a favor de esto?", le preguntó.

a Sandra: "

que dice". Caminaba de un lado a otro por la gran cabina, que se sentía cada vez más agobiante. "Me secuestraron de mi casa, me obligaron a ven

ger. "Ahora, déjame adivinar. El trato es qu

o aliviado de que Sandra fina

e daré el cincuenta por ciento de las acciones. Te daré t

ecesito esas co

tu inútil hijo, ese que ni siquiera sabe deci

Anterior
Siguiente
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY