ta ahora, aunque con muchas dificultades, Carmen habí
la podía esconderse en el día, cuando él no estuviera trabajando y por las noches, Carmen se esforzaba trabando la p
ue tropezarse con su jefe y lo poco que vio a Bastián, fue en momentos
mento ella tendría que volver a enfrentarlo, pero por ahora, era bueno hacerle notar a su jef
mpromiso de Bastián, en la que llegaron más invitados de lo que ellos estaban espera
ranquilidad y sin percatarse, de que una intensa mirada no
inamente Fernanda en la cocina, cuando Carmen pasaba por ot
nto por hacer... - Respondía Carmen sin siqu
día caminando, arreglando y sirviendo, no te he visto tomar
onvicción. - Hoy tengo mucha energía, ¿sí?, eso es todo... - Recogi
s siguientes rondas de botanas, pero ella no estaba dispuesta a quedarse sin nada que hacer,
ó a Carmen cuando esta le entregaba la ú
ramente sin mirarlo, dándose la media vuelta para seg
as de mí?, mira que hace poco vine a la mansión y
y entonces reconoció al hombre, se tr
re de Marcus, un hombre maduro y viudo, se había casado con Carolina, la hermana de Basti
se ligeramente, sonrojándose, avergonzada por su
algún tiempo sin pasar por aquí y entre tanta gente, supongo que no te diste
... Clar
señor!, eso su
do que este joven, Marcus, siempre h
on la señorita Carolina y en ese entonces, Marcus parecía muy renuente con toda la famili
, quizás porque Carmen y Marcus tenían casi la misma edad, a diferencia de Bastián, quien es mayo
bía pasado, Marcus ahora era un hombre maduro que
vo, alto y elegante, con piel muy blanca, cabellos y ojos claros
ba, él no era como ninguno de los Hidalgo, prepotente o frío
da con una sirvienta como Carmen, contando anécdotas y chistes, haciendo preguntas
es siendo tan linda como siempre.
so colorada como un tomate, bajand
ué a la familia... - Continuó explicando Marcus. Al levantar la vista ligeramente, Carmen pudo notar un ligero rubor en
e escuchó un gruñido y toda
e figura de Bastián a su espalda, tan rígido c
e Carmen, apartándose, a punto de pegar una carrera para sali
y... - Intentó explicar Marcus, pero eso no valió de nada, Carmen pudo ve
Replicó Bastián y en un instante ya estaba tomando por u
s cosas resultarán así, Bastián no debía acercarse a ella de esa manera frente a la familia y
portarle la mirada de algunos invitados y su sobrino, luego de alejarse lo suficiente d
rrar la puerta, girándose sobre los talones para acercarse a Carmen, q
inclinándose como una disculpa ante su jefe. - Lo lamento, estab
dos estos días, te has escondido de mí y para colmo, ¿te encuentro coqueteando con otro hombre? - Gruñó con la mandíbula apretada, era evidente que Bastián estaba enojado, mu
etenerse, era una liga de emociones que ni ella misma pod
ica, "¡Eres Mía!", eso podía sonar muy romántico en algunos casos, si
imonio y para colmo tener que convivir con ellos, eso se lo tenía que dejar muy claro a Bastián, así que el
o Bas
rometedora, viendo como Bastián tenía a Carmen acorralada contra un escrit