Se sentó a la mesa del desayuno, leyendo las noticias de negoci
iernes," dijo, sin levantar la vista. "Algunos invers
planeando cada detalle para asegura
la
desconcertarlo. Levantó
tás enfadada por lo
, Máximo. S
, me sentía despierta. La cuenta atrá
alorara cada pieza que Máximo me había regalado a lo largo de los años: el collar de diamantes por nuestro primer aniversario, los pendientes de esmeral
iscretamente la venta de un apartamento de lujo en Puerto Vallart
este mundo podían convertirse en moneda de mi mundo o
é de discutir, de cuestionar sus llegadas tardías, de oler su ropa en busca d
un Maserati rojo brillante. Ella posó encima de él, con un bikini diminuto, y el pie de fo
inguno de ellos sabía que el "Rey del Tequila" estaba usando
iendo a sol, a tierra y a agave.
nostálgica. "Recordando los viejos tiempos. Cómo c
bles noches soñando con el futuro, donde lo sostuve mientras lloraba por
ínea," continuó, casualmente. "Le dije que podía quedarse en la casa
un eco del viejo do
de tu parte," dij
iado por mi fal
s, Luciana. Por eso te a
ando un sor
áximo. Simplemente
an sie
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