fui a un hotel
eno de geranios y una fuente que sonaba a paz. La había decora
a estaba
o, el
uno de mis kimonos de seda. Su hij
e un luthier de Granada. Tenía un arañazo enor
icuario que costó una fortuna, estab
mi dorm
el llevaba uno de mis camisone
antó, sin nin
a. Justo
ó al
sensible. Ha sido un día d
n esa superiorida
nar. Es lo mínimo que puedes hacer para disculpart
í ná
mi pasaporte, las escrituras de la cas
vuelta
. "¿Te crees que puedes irte
dije, sin
lojé en el Alfonso XIII, el
e, mi mó
e de un númer
fo
desnudos, abrazados. Ella son
Gracias por la casa, pri
éfono y dormí