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casad
dejándola sin aliento, mientras un hombre alto se cernía sobre ella. El calor irradia
u sitio. El otro soltó una risa baja y despectiva. "¿Casada, eh? ¿Y aun así te paseas
deo en su celular: su esposo, Liam Watson, tumbado en la cama con Jordyn Moore, su p
ra atraparlos con las manos en la masa. Pero antes de que pudiera enco
bro y arrojándola a la cama. Se quitó la corbata de un solo tirón y luego le inmovilizó las
saber cómo va esto", la provocó, mient
on, pero no logró articular palabra. Tres años encadenada a
rse en su mente. El calor le inundó el pecho:
la penetró
us huesos fueran a romperse. Se mordió el labio con tanta fuerza que
e arrebatada con brutal imprudencia por un hombre
.
l zumbido de su celular sacó a Cathryn del sueño.
lekgan. Es una urgencia; necesitamos que
oz profunda y burlona. "¿Era tu esposo, ll
elo y se vistió frenéticamente. Con la mirada baja, murmu
te no había sido más que una veng
e la cama, esbozó una mueca de desdén. "Ere
asada, pero se acostaba con cualquiera como un
Solo podía pensar en su madre. Sin siquiera m
pe discreto en la puerta. "Señor Br
n los dedos; el alcohol de la noche anterior aún le
intió rápidamente, encogiéndose
da de frustración lo invadió. Era el líder del imperio financiero más formidable de Olekgan. Además, controlaba la mayor
emitido ni un solo sonido. Supuso que se debía a la experiencia... a demasiada experiencia. La forma en que ella lo había mirado hacía
jer así, ni por qué había decidido enviársela. Si no hubie
ugadas, donde se destacaba una llamativa manch
n la comisura de sus labios antes de irse. Si había sido vi
.
se dirigió a toda pri
el brazo de Liam, paseándose po
jos. "¿Cuánto tiempo llev
misma noche en que te casaste con él", expresó, con la voz cargada de satisfacción. "Esa fue la primer
en el pasillo,
si le hubieran echado un balde de
olo para descubrir que la había estado traicionando con Jordyn desde su propia noche de bodas. Cada excusa que alguna vez había inventado para él, sus l
haberlo sabido. Jordyn siempre había disfrutado robándole lo
mirada vacía: "Cathryn, vamos a
clavaran una cuchilla. Tres años de lealtad, tres año
m, ¿de verdad crees que me
a de su madre era adinerada y a ella
heredera protegida? En el momento en que tu madre muera
redulidad se dibujó en su rostro.
omo un cuchillo: "Si corres ahora, quizá consigas des
, por instinto, echó a correr por el p
e una herida autoinfligida en la muñeca". Cada sílaba del
n por su rostro. "Mi madre ha estado sumida en un letargo durante años. Apenas
ajeron al hospital", respon
dida en una neblina durante años. ¿Cómo podía de repen
ba despreocupadamente contra
ma carta de tu madre. En ella confiesa que se suicidó y que tú, muy convenientemente, renuncias a toda su herencia.
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