img Traición Pública: El COO de mi esposo  /  Capítulo 2 | 20.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 2

Palabras:1663    |    Actualizado en: 18/12/2025

sta de Xime

uturo compartido, se habían ido. El papel en mi mano, una confirmación del procedimiento, se sentía extrañamente ligero, pero pesaba una tonelada. Mi cuerpo dolía, un latido sordo e insisten

s de pasos apresurados y sirenas lejanas. Necesitaba café. Fuerte, negro, lo suficientemente caliente como para

o y

guerra, o quizás una noche particularmente salvaje. Bruno la tenía abrazada con fuerza, sosteniéndola, su preocupación claramente grabada en su rostro. Su proximidad, su

suave gemido,

za, Bruno. Y la garganta...

hombro de él, una exhibición

ció el pelo, s

pasaste de la raya. Nos

do suave e íntimo que solí

dejar el tequila

mente, un sonid

imió-, tú me dijiste que estaba bien. Dij

vés de ojos e

descansar. No más... activida

apretó má

os. Quizás una noche tranquila en casa, solo nosotros. Me asegur

zamente dulce, entregada con una devo

cualquier cosa para evitar la intimidad. "Simplemente no estoy de humor, Ximena. Ha sido un día largo. ¿No puedes entenderlo?", espetaba, dejándome sintiéndome rechazada, indeseable y constante

o con ella. No me quería a mí. La quería a ella. Quería la emoción, la indiscreción, la pasión ilícita. Mi hijo, nuestro hijo, no había sido más que un inconveniente,

de repente levantó la vista. Sus ojos, todavía un poco nublados, se encontraron

es... renovada. Debe ser por todo

goteaba

amente te veías un poco... cansada. Pero claro, él siempr

a preocupación por Diana, ahora registraron pura conmoción al posarse en

idad de él y mi dolor-. ¿Qué tienes tú que no tenga yo? Quiero

rás, una risa burlona e

pelo a su... lado primitivo.

débil intento de silenciarla, pero ya era demasiado t

, solo está... molesta.

de Bruno de su brazo-. ¿Molesta de que estés a

ia Bruno, su

de verdad. Dile quién te entiende d

Pero fue solo una fracción de segundo. Apretó su brazo alrededor d

z dura-. Ella me entiende. Es mi alma g

ron, un beso largo y profundo, justo ahí en la esquina de la calle, como si yo no existiera. Como si el mundo girara en torno a su repu

trataba solo de Bruno, o de Diana, o de su traición. Se trataba de todo lo que había sacrificado, de todo en lo que había creído, desmoronándose en polvo ante mis oj

revolvió el estómago. Mi cuerpo se rebeló, un repentino mareo me invadió. Necesi

um

avimento. El papel arrugado salió volando de mi mano, aterrizando preca

r corriendo a mi lado. Había pasado de prisa y yo me había

ue un segundo antes estaba lleno de pasión por Diana, ahora se transformó en una máscara de pánico apenas disimul

su voz teñida de una preocupación fingida. Se

aminado, una traición contra mi propia piel. Su rostro se ensombreció, un destello de fastidio reemplazando la falsa preocupación. Sus

RAS

ón cercano. Diana, que había estado observ

ué fue eso?

a salir tambaleándose del callejón, agarrándose la cabeza, un bote de basura volcado ce

reada otra vez! -gritó Diana, su v

davía en el suelo, sin pensarlo dos veces. Se puso de pie de un salto y corrió hacia Diana, su rostro una máscara contorsi

voz suave de adoración-. Vamo

icio, permaneció en el pavimento sucio. Mi corazón, ya un páramo estéril, sintió una nueva oleada de ácido amargo. Ya no se trataba solo del rom

con otra mujer. Pero en ese momento, mientras miraba la confirmación de mi procedimiento, una nueva claridad se apoderó de mí. Ya no había un "nosotros". Solo estab

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY