de Paris; pero aun asà no puedo bajar mis defensas. No puedo volver a confiar de esa manera; nunca le podre decir el por qué volver, iba a dejar todo
vista. - mire por el
no comenzó a zona
digo la señorita Smith con sus prog
rmanita. Veremos qué tan buena persona eres delante de Zack. Mire a Zack con una ceja levantada por su
ahora!? - lo mire divertida,
er merecedor de un Oscar
*
l lado mÃo con cara de chica buena a punto de hacer una travesura. Él porque es
con interés, querÃa saber que tan dispue
ás guapo con el cabello desordenado. - paso su mano por mi corbata desajustándola hasta quitándola. - por eso deb
rprendió, lo cual se encogió de hombros. No pude evita
zaba la falda de tubo color negro. Hasta los muslos, pase en seco - b
esabrocharse los botones de su camisa rojo dejando más pronunciado su escote, de momento la garganta se me seco, el calor en mi cu
ida es ta
error; note el color de su ropa interior de encaje, rojo igual que el color de su camisa, ahora que lo noto siempre usa el mismo color de
da que mi tÃo es un ex soldado y me enseño unos pequeños trucos
za; le sonreà con diversión - me acaba de cumplir una de mis grande fantasÃas. - incline mi cuerpo hacia
iel de sus pierna alzándola leve mente, tomando la con firmeza; su respiración se volvió pesada una mira de advertencia estaba en sus ojos, me acerque para besar su
hombros; este es tu castigo por desaparecer tres años de mi vista
re entre cortado, se escuchaba
o a su cuello, presione mi intimida en su zona Y, jadeo con fuerza mientras yo le dejaba un her
ria. Levante mi rostro del cuello de mi mujer, que por desgracia me está poniendo
roja que esta, estaba con su padre y su madre, suspire con indiferencia, sentà como me estaba abotonando la camisa, baje mis ojos toparon el
ba como mi mujer se recolocaba la ropa - Tal vez, no está claro con lo que te dije hace muc
es mi novio ¿¡Porque haces esto!? - le sonreÃ
alda. - respondà sentándome en la silla, mi mirada se fue a eso o
ero eso no significa nada para mà - respondÃ
que no fuera una niña mimada a esta edad. - le sonreà con fals
ndo llegue a casa. - res
iba interrumpir pero
- su voz sonó divertidamente con cierta malicia en ella. Mientras se levantaba
re salir de la oficina tan precÃpitemente, las mujeres le hicieron frente a mi mujer, pero nunca contaro
nza - miro con fri
mpresaria y con plata puede intimi
la sonrisa de confianza que le regalo Celeste a estas mujeres era de admirar - por cierto;
e ame
e guerra - le lanzo un CD a la cara. - Si yo caigo, ustedes ca
¿¡Quién es Marcos!? ¿¡Porque le tiene tanto miedo!? Mari
a Blaster, pero te recuerdo qu
amilia, entonces también; hablemos de cómo te encargaste de destruir
*
a arrogancia brillaba en sus ojos, le sonreÃ, si no puede con tu en
e mi madre está en bancarrota - la sonrisa, s
a poco nos vamos - la mira
venta - miro su reloj de mano Tommy color rojo.
o anda mal con la venta de la acciones de la revista; tengo que ponerme a ver quién es el compa
*
madre Dulces Blaster era dueña de un pequeña revista que no era tan famosa pero aun asà mantenÃa la vida de la mayorÃa de su personal, por un tiempo estaba perdiendo dinero, fue hay en donde
ió; diciendo que estaba embarazada de él. Arturo, no le importo mucho que estuviera embaraza de él, ya que con quien estaba a punto de casarse era con mi madre, pero mi madre no tenÃa corazón para separar a una hi
l padrino. Con el tiempo nos abandono; él tenÃa el poder de la entrevista de mi madre y se la dio a esa m
ante la mirada encontrándome
sas - respondà pensativa. - pero ellos me declaran guerr
s!? - el interés
é que si algo sucio hay él es el primero en ser nombrado - so
con ese tipo!? -
en él, es muy dulce y cariñoso conmigo. La última vez que lo vi fue cuando tenÃa 10 años y de ahà no le volv
illa apoyándose con la mano a cada lado donde estaba in
e incline volteándome sobre el escritorio tomando
, aparte el rosto a una esquina evitando el sonrojo intenso que tenÃa, aun mi cuerpo sentÃa la sensación que me dejo esa calidad y la suavidad que me brindaba sus caricias, l
ojos - es difÃcil concéntreme ahora, contigo en mi escritorio - su
erta que entro el secretario personal se Zack,
- me escape de las manos de Zack, cogiendo mis cosas
s mientras tomaba su café, este es el inicio de algo bueno. Una vez afuera est
la voz seriedad del señor Sm
mith - lo mire con una so
tro lugares - su voz sonaba cansad
ida - me encamine a la salida- después de todo no s
perdonarlo simple no puedo, una lagrima Salà de mis ojos; mentira si dijera que no tengo miedo, pero lo tengo y no puedo simplemente quedarme de brazo cruzados y haciendo lo que me di
jo hace dÃas atrás - pero es se quedar unos dÃas y después se ira, porque no quiere dejar solo a los niños, es todo un mi
unos dÃas, al verlo me sonrió, lo abrace con fuerza él era un verdadero padre. Le conté todo
a piyama que constaba de una busca larga
ntrato - se escuchaba movimiento