be
primera clase bajarán. Cuando el último de ellos bajó, tomé el bolso en
guir un taxi que me llevara a Manhattan, si es qu
oces anunciando los próximos embarques, las risas y el llanto de algunas personas de manera lejana. Sin embargo, en lo único que podía concentrarme
equipaje. Era un completo desastre con el cabello enmarañado y el ves
udado y lo reemplace por un vestido de cóctel negro sobrio con un cierre metálico en la parte posterior,
s zapatos de tono neutro que llevaba por uno stilletos de tacón color rojo dando saltitos primero con una pierna y luego con la otra. Una sonrisa traviesa se de
uno de ellos se encontraba la copia del contrato firmado que entregaría a mi suegro como una última ofrenda y sí todo salía bien
e con el que llevaba años de noviazgo. Aunque desde hacía algún tiempo me preguntaba si eso valía la pena, a veces sentía que ni siquiera éramos compatibles y que simplemente no terminábamos porque: ha
e que guardaba en el bolso. Me solté el cabello y lo cepillé para desenre
ía esos tacones de quince centímetros me lo permitían, cuando sentí una extraña energía que me golpeaba.
embargo para mi sorpresa, él causante, ni siquiera se molestó en m
porque continuo caminando como si nad
léfono con la esperanza de conseguir un Uber lo más rápido posible. Me arrojé contra la pared cuendo vi un grupo de mujeres que se ruborizaban y pare
zona de embarque del aeropuerto. Llevaba un sobrio traje negro aunque tenía un trasero perfecto y los hombros anchos no podían ent
ta que me ha
e un par de verdades, pero finalmente consideré que no valía
como esas mujeres decían y probablemente solo era otro niñito mimado de la alta sociedad, sin embargo dudaba seriamente que fuese de la realeza británica como sugería
una de mis mejores amigas y me preg
de la ventanilla abierta de un Co
para abrirme la puerta con un gesto encanta
s se volvía a acomodar en el asiento del co
í e
alejó de la acera y comenzó a manejar bajo la suave
cupado por mi demora, por esa razón le envié un audio
ncontraba con mamá desde hacía par de días para asistir a la celebración. Gregor se transformaría en socio director de la firma de su padre
las apariencias, la riqueza y la belleza. Aprovechaba cada oportunidad para hacerme sentir inferior o sacarme en cara cada defecto. Defectos que yo te
oso del que me enamoré en la universidad. Unas horas antes de abordar el avión lo había llamado para pedirle un momento a solas luego de la fiesta y él simplemente me había contestado: "Claro cariño, lo
en peor. Cada vez nos veíamos menos, me enviaba en representación de la firma al meno
aba de no ser tan atlética como antes, de tener kilos de más o de no estar atenta a sus necesidades, de no arreglarme lo suficiente o no ser tan refinada
lla cuando mi celul
. Gregor está terriblemente preocupado -. De estarlo prob
omenzó a llover y no había taxis -suspiré agotad
padre, especialmente a mi media hermana. -¿Por qué no le pediste a tu prometido que enviará un coche por ti? ¡Qué vergüenza! No piensas qu
odando los ojos, para ella el amor no era lo más importante. -
gado de poca monta. Tú deberías ser la entrevistada. Si estuvieras aquí ya habrían redactado el artículo que anuncia la boda más importante del año y para la mañana estaríamos recibiendo llamadas de felicitaciones de las personas más influyentes -. Insistió como siempre solía
, sin embargo la cerré luego
ada, todo está bien -puse los ojos en blanco
to lejano e inalcanzable, en ocaciones me sentía como una maquina que solo era buena para cumplir ordenes. Me incorporé minutos más tar
a por las apariencia
sto uno de los vestidos de diseñ
e transporta que te dejé por la entrada trasera. Vas a averg
esposa! Espero que estés presentable, Becca. ¡Es una oport
una advertencia más
un billete al conductor y corrí a la e
botones que se apresuraron a abrirme
tras buscaba con la mirada a
s vestido de rojo y negro salió del asc
da de Gregor Walker?
mirándolo
como si adivinara mi pensamiento
una de las grandes personalidades de la fiesta. Cubriéndome los ojos con las manos me aparté lo más rápido
ra había estado en cada ínfimo toque. Los camareros circulaban entre los invitados con bandeja
os rostros familiares mientras buscaba a mi novio. Varios minutos
ue llevarían por lo alto la firma en su nueva gestión, cogí una copa de champán de la bandeja de un camar
con una sonrisa pintada en el rostro que me resultaba familiar
una manicura perfecta-. Esta noche estás espectacular.
bajar con contratos que me obligan a viajar cada semana. La comida del avión es
e hubiese lanzado una mirada asesina al escucharme bro
gor estaba buscándote por la sala.
avía
me estrechó la mano-. Me dijo en secreto que estabas i
in ver la luz del sol o montada en un avión.
Walker. Toda
versidad le he dicho a Gregor que eras un gran fichaje. Que si se atrevía
ncerrona
buena realmente -
debes ser tímida. A mí también me gusta realizar algunas consultas pro bono todos los años. Hace que lo veas todo en pe
almente con mis clientes. Un bono de ochocientos mil al año nunca me daría eso. -Forcé una sonrisa, preguntándome qué diablos hacía allí y por qué no lograba encajar. ¿Acaso ese no er
r criminales? -Insistió. -Existen dos tipos de abogados los que trabajan en bufetes
profun
-Me brindó una última sonrisa-. Disfruta de la fiesta, Rebecca. Dentro de una hora debes unirte a nosotros para el brindis oficial en el nombrami
pondido por fin y cuando vi que no lo había hecho, co
s cuartos de baño y estaba a punto de darme por vencida cuando lo vi por el rabillo
mo acariciaba el culo de una joven rubia con un vestido rojo espectacular. Ella había rodeado su pierna a su cadera, al tiempo que él s
aban tan ocupados que no habían escuchado la puert
ron y me miraron con l
r chica que había asistido a l