ud, y vivíamos en una gran ciudad donde aunque abundara la delincuencia, me sentía feli
o a mi sexualidad, y acostumbraba a experimentar con chicos y chicas de mi edad porque simple y s
bien. Los empleados empezaban a quejarse con él y el puesto pasó a ser cada vez menos
contaba lo que había en la caja, que no era mucho realmente, mientras yo me mensajeaba con una chica lesbiana a la que conocí en un m
bienv
cuatro. Mi padre se levantó y paró frente a mí de inmediato mientras mi mad
erte pero sabía que estaba asustado. Y ver a
emás-¿Dónde coño está mi plata?- dijo con rudeza y mi padre le entregó lo poquito que tenía
ro noté las pistolas en sus cinturas y me dio mucho miedo- El negocio está malo, dame más tiempo. Yo no m
y a mí y sentí las uñas de mi mamá clavadas en mi antebrazo, cuando volteé a verla uno de los suje
agaré!- repitió pero era muy tarde, aún escuchand
dijo el hombre con ambas palmas hacia arriba y una sonri
dos de ellos lo golpearon lanzándolo al suelo y deteniendolo mientras el que se llamaba Emilio gu
vida de mi padre se acabó. Sangre brotaba de su frente mientras su cuerpo inerte caía al suelo con espasmos automáticos de su sistema nervioso siendo desconectado de golpe. Abrí mi boca y grité, fue lo único que pude hacer. Ni siquiera mirar
enos en desarrollo pero un poco grandes bajo la camiseta que llevaba el logo del local,
rpo de mi madre caía en el suelo, ella se cubría el estómago mientras un cuchillo caía a su lado lentamente, el sujeto encima de ella aún tenía su miemb
o hacia ellos pero Emilio cubrió mi cintur
quise voltearme, dejar de mirar aquella atroz escena, pero Emilio sostenía mi cabeza fijamente hacia esa dirección, donde pude ver
que, según él, "no me perdiera
predilecta favorita, que a la mía. Viví más su dolor que él mío y me gr
s cuerpos de mis padres quienes nunca fueron más que bueno
una crisis de nervios. El momento fue oscuro para mí, no recuerdo mucho, más
entendí, que era imposible que uno de aquellos hombres fuera apresado... Emilio era temido y reconocido e
sala, donde tantas navidades habíamos decorado juntos el árbol, donde habíamos visto muchos programas de televi
de mi madre estaba bien, pero era mi papá quien tenía un agujero en la frente
stales, temblando, llorando, como la pu
me mirara- Los amo tanto... Nunca los olvidaré, ni olvid