Jenn
i collar de perlas?", gritó Barb
el collar de perlas en la caja de madera a toda
to a un grupo de hombres lobo, seguida por Luna Debra, cuyo rostro estaba cubierto con una gruesa capa de
extravagante, como si quisieran hacer alarde de
ustedes?", pregunté cortésmente, saludándolas como
aba mi cuello y me miraba con furia. "¡Zorra! Siempre has sido una ladronzuela. Tú eres quien limpia mi habitación. ¿D
n. No puede acusarme sin pruebas", respondí paciente
ncontrarlas ahora mismo!", espetó la malvada mujer y me empujó hacia atrás. Luego, se vol
burete de forma estrepitosa. Lo que era peor, tuve que ver a Barbara caminar sobre mi edredón con sus caros zapatos de tacón alto sin poder hacer nada para impedirlo. Inclu
o los rufianes convertían mi alcoba en un desastre, pero el re
o que te pasará cuando encuentre el collar!", gritó el
s, vi que los hombres lobo continuaban arrojando todas mis pertenencias al suelo y no pude mantene
ja del Beta, mientras que tú solo eres una esclava, un p
una huérfana que fue adoptada po
Alfa la había acogido, pero en términos de linaje, yo era mucho más noble que ella. Realmente yo no sabía qué había hecho
có mi almohada y la pequeña
lo, la protegida de la Luna de la manada me pisó el dorso de la mano. Su talón se clavó en mi piel hasta qu
ta tanto esta caja destartalada? Debes estar
regó. Cuando la malévola mujer lo abrió, desc
avó su talón más fuerte en el do
El dolor físico era demasiado intenso para soportarlo, pero no s
a pareja del Alfa. "¡Te dije que esa zorra me había robado el collar! Ella simplemente se negó a adm
na Debra frunció el ceño
ómo se atreve? Debe ser castigada severamente", continuó B
elo con atención. Este no es igual al suyo
habitación, tomaré este como compensación". La cruel chica apretó el collar que ten
azonable", supliqué, volviéndome hacia la mujer loba más imp
llar de Barbara, ¿no deberías compensarla? Deberías sentirte agrade
io que tragarme el insulto y la humillación. Solo de pensar que la desalmada joven me estaba arrebatando el collar que me había dej
es digna de tu presencia". La petulante joven tomó a Luna Debra del braz
l día de mañana. Eso es lo que te merece
todo el día. El odio hirvió en mi corazón mientras miraba cómo mis enemigas se alejaban. '
na fría brisa entraba de vez en cuando a través de la ventana rota, lo que me hacía temblar de pies a cabeza. Aún no había llegado el invierno, pero ya se sentía
estaba en el suelo y limpié el polvo con mi delantal.
había muerto hacía años. Siempre que la echaba de menos,
, eran el Alfa y la Luna de la manada del Arcoíris. También tenía un hermano mayor
a venían solas. Poco tiempo después, Beta Arthur y algunos otros traidores se rebelaron contra mi padre y lo matar
esto, no me atreví a revelarles mi verdadera identidad. A partir de entonces, me encargué
ser el Alfa de la manada del Arcoíris. ¿Cómo podr
ur, la injusta muerte de mi padre, la desaparición de mi hermano y la forma en que fui insultada y maltratada a diario