Amor Diabólico

un poco nervioso. Las palmas de sus manos un

Hogan Yin, el dueño del hot

maría al otro hombre

oscura personalidad. Su capacidad para controlar casi el alma

urante cinco años. Debe convencer a Hogan Yin de que coop

ijo Hogan Yin

odo. ¿Entonces, qué piens

breves palabras de Hogan Yin. "Por cierto, pr

e pie y salió d

il darse cuenta de lo que estaba pensando. Incluso la expresión

isiera el regalo que preparó para él y le

n se dio la vuelta y

lo, Terrell Su vio a Celia S

ostro. "¡Ve al hospital ahora! Mamá

yo. Después de unos segundos de estar estupefacto, d

estaban en su bolso. Los necesitaba par

a la habitación 108 mientras T

y entró. Cuando estaba a punto de recoger el bolso de Terrell

con un par de ojos negros fríos y hundido

preguntó si este era el regal

ya estaba en la habitación. No esperaba que una

la intención de irse después de salir del baño. Pero ahora, parecía

o de irse, pero una ma

miró al extraño hombre fr

haciendo?"

apartarlo, pero falló. Hogan Yin le sujetó la muñeca con fu

ue comenzaron a vagar alrededor de su cuerpo. Pe

sí que gritó presa del pá

stás preparado por

do y miró a Celia Su con frialdad. "E

usa y presionó su cue

izó más mientras ja

ó muy atractiva su mirada asustada. E

ella le pareció más atractiva. Estaba a pu

gan Yin? Una mujer coqueta estaba en la puerta

er a Hogan Yin. ¿Por qué había

ina interrupción de su placer. La mujer coqueta temblaba de

Hogan Yin no le importó. Se volvió hacia e

se sintió satisfecho, así

ondo. Su cuerpo era tan suave y herm

aún estaba acostada en la cama, Hogan Yi

rostituta. Su trabajo era entre

se burló y puso su m

" Ella se volvió y lo miró fijamente, con los ojos llenos de odio. El dis

reció de inmediato. Fue el dir

ta mujer a regañarl

ente, su expresión era fría y arrogante. "¿Cuánto te pagó Terrell Su? ¿No sabe

a respiró hondo y estuvo a punto de discutir con Hogan Yin, p

Su solo vio su espalda mientras

en la cama. Agarró la colcha

l, y sentía como si su corazón

oy una moneda de cambio. Mi padre nunca me