el miedo cuando lo besó por primera vez, o el jadeo después de correr ochocientos metros en el encuentro deportivo del instituto. Tenía mucho mi
vivir en la misma casa podría destruir todos sus recuerdos. Suavemente abrió la puerta con la llave, temiendo despertar a su hija que estaba durmiendo. Buscó a tientas y apretó el interruptor de la pared. La luz deslumbrante de la lámpara incandescente hizo qu
simplemente le quitó uno de sus zapatos antes de que se despertara. Cuando se dio la vuelta y la vio, pateó con el pie y e
ablaba con ella cuando regresaba. Pero cuando estaba borracho, volvía a jugar a la
dijo. "Mamá, has vuelto". Al escuchar el sonido del dormitorio, Wendy supo que Jef
ró junto a la cama de Merry, dándole palmaditas y persuadiéndola. Esta pequeña cama era la cuna usada del nieto de Elma Peng que vivía al lado. Para ahorrar algo de dine
do en la cama nuevamente. Se acercó y estuvo a punto de quitarle la ropa, pero d
to, y rápidamente lo limpió con una escoba. Después de limpiar el piso con una fregona, fue a buscar un recipiente con agua tibia para limpiarle la cara. Esta vez, no se resistió. Dejó que se quitara la ropa y se limpiara la cara. Después de eso, Wendy fue a la cocina para llevar la sopa sob
illo, su dedo se cortó accidentalmente. La sangre de color rojo brillante salió inmediatamente y goteó en la sopa hirviendo, diluida
ado a Merry y la hubiera cuidado todo el tiempo. La casa en la que vivía ahora le pertenecía a Jeff. Desde que se mudó, no se habían aumentado los muebles
buscar otra palangana de agua y estaba a punto de limpiar las m
a a punto de detenerse, tomó el papel y lo tiró a un lado. Tenía las manos empapadas en agua fría para lavar el trapo. El sofá se había usado durant
ontigua, Jeff ya había roncado. Resultó que esto era un hábito. Aunque a veces se peleaba con él durante el día, y a veces estaba enojada porque él tenía deudas de juego afuera,
pente se le ocurrió que Jeff lo había vendido para pagar sus deudas de juego hace unos días. Aunque tuvo una pelea con
caja, recordó que se la devolvió por la mañana y que acababa de recibirlo en la puerta. Su estado de ánimo tranquilo s