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AB
a poco despierte, froto mis ojos intentando acostumbrarm
on las 08.30 de la mañana. Desperté media hora antes que suene mi despertador, decido levantarme para po
ntes, botas militares negras, un Beatle blanco co
e con ropas anchas de vez en cuando. Dejo mi largo pelo rojizo ondulado caer por mis hombros, mi piel clara y mis p
spejo y quedo satisfecha con el resulta
ntras observo mis rizos cambiar lentamente a
hechicera, no necesito sumarles más por mi apariencia, no es normal
uando los actuales alfas Peter y Laura Müller me enc
millan e intentan quebrarme solo co
jaron a mi voluntad en la oscuridad del bosque cuando se dieron cuenta que era diferentes a ellos, los primeros años viví c
hicera, m
riminaron, siempre me alentaban para mejorar mis habilidades de
s y a pesar de que aún faltan 6 meses para
por lo tanto me permitieron salir de la mansión, comencé a asi
lfas les conto a sus amigos que yo era
la, nunca en presencia de los alfas y yo tampoco les contaba lo sucedido, ya habían hech
mo mi magia y cerca de la manada no podía, por ende, les pedí mi casa que se encuentra cerca de los bordes
hacer las comprar y tener para mí, si bien siempre me sobra mucho dinero, estoy ahorrando par
sayuno, hotcakes con Nutella y frutillas picadas, es mi manera preferida de empezar el
oche para guárdalo en mi mochila, deje de comer en la cafetería del instituto debido a los insultos o
ncuentro y salgo del jardín principal rodeado por una pequeña cerca blanca, cierro la reja y doy una última mirada a mi hogar, no es la gran casa es
mentalmente para el nuevo día que
recito mirando mi casa y empre
los insultos que dicen de vez en cuando al pasar, no ha sucedido gran cosa he intentado pasar l
ventana mirando hacia el bosque, siento como todos pasan a mi lado cuando de repente siento un
an celestes como el cielo, lanzando un pequeño escalofrió por mi cuerpo,
una hermana más pero luego se alejó. Ya no me saludaba, ni siquiera me miraba, cuando
l timbre espero que todos salgan y así evitar futuras molestias. Agarro mis cosas
iso, los libros que tenía en las manos salen volando y c
ra hibrida me ha hec
donde camin
en mi estomago mandándome de vuelta al suelo, ríe al ver las consecuencias de su golpe
siciona una mano en mi hombro, por instinto
nozco la voz de Chris
anto rápidamente recogiendo mis libros s
porque si decidiera dejarla en el lugar reservado para ellas en el estacionamiento me la destrozarían, me monto e