is ojos y me doy c
, 2. Ero
qué descortés. Me ducho, me visto y bajo a mi oficina, siento un dolor entre medio de mis piernas y recuerdo su promesa, "Te d
afuera, "que puntual", pienso con sarcasmo, creo que debí explicarle que es lo que busc
erta de mi despacho dejando que entre p
n una sonrisa de lado
ya sentido ya -ahora es
mpecemos -dice acomo
e sumisión, los términos son señorita para dirigirse a mí, fuera y dentro del trabajo somos socios, en tu c
llas con otra olvídate de
o, sol
pero no tengas ni
y yo también, si aceptas sería un placer poder seguir follando contigo, si no, no
prendido y de fa
ué le hace gracia, pero lo ignoro -. Segura que quieres ser mi ama, soy ins
es ser mi socio, ¿cierto? -digo más pa
S
creo que llevo la sonrisa congelada de tanto fingirla y mostrarla, cuando cae la noche decido invitarlo a cenar a
nar? yo pago y te devuelvo a tu casa
si me dejas conducir e i
que la abstinencia me tiene delirando -Vamos ento
jo y se ve mal
rprende, pero me corresponde, es la primera vez que lo prueb
lo suelto, no me puedo conte
R
ándome a el inframundo porque mientras más la pienso más se encienden llamas del deseo, un deseo tan caótico que puede desata
o y quien sabe me la follo por mi cuenta un par de veces. Aunque m
s, pero en ella se ve jodidamente excitante me imagi
y ese cuerpo tan de diosa h
metiendo tu cosa en la vagina de la dueña -me reprocha mi conciencia, dejo de pensar