ando como cuando intentaba contener el llanto y los ojos le escocían como cuando intentaba retener las lagrimas. Sabía lo que
unciar la muerte d
pechera del lado izquierdo las medallas de honor y valentía
na mano en su hombro dándole un amable
recía de verdad afectado, su hijo no había sido herido de milagro
zos obligatorios... todo ya había dejado de tener un propio sentido. Todas las palabras eran vacías porqu
N
ya no les sonreiría más, que no contaría ya nunca más chistes malos y que ya n
que el uniforme con todas las medallas con las que habían condecorado a su hermano menor. Ah
herida al costado del camino había sido el comienzo de todo. Andy era médico y soldado, el no pudo evitar ayudar a la joven
y ahora tenía que volver a casa a contarle a la familia que no había podido
ín que rebozaba en flores de colores. Un gatito corrió frente a él y luego un perrito un
z y él no sabía cómo iba a
timbre. El corazón le palpitaba y podía sentir el temblor de s
illo y la sonrisa se le borró del rostro
untó la mujer
eó casi suplican
lágrimas corriendo por sus pálidas mejillas-
lo suficientemente astuto para saber que esa mujer era un problema, por no impedir el ata
su padre tirando la bandera y las condecorac
gó con la vo
jo murió en Irak y ahora me queda
luego dobló la bandera y dejó todo a los pies de su madre con un sobre que contenía las ultim
con el corazón roto se
de que para su familia no tenía ningún valor, aunque tuviera medallas y aunque fuera un joven Teniente. Al
eer su suerte cuando un año después tenía invertidos más de cinco millones de dólares. Vio una pequeña empresa en crisis y la compró, fundando así
uras e incluso una operación que nadie estaba dispuesto a pagar. Allí descubrió que las cosas estaban destinada
maldito y vacío sentimiento en su interior. Las cosas jamás iban
a. Entonces tomó la decisión de no ir más a casa de sus padres a ninguna cena, a nada. Si quería ver al pequeño Johny
de llaves, que ingresaba a trabajar a las ocho, estaba muy preocupada por él y se lo hacía saber, pero él contestaba que no se preocupara por él, aunque s
istalado dispuesto a comenzar con el trabajo que lo esperaba. Al tener las cosas listas pensaba pedi
puerta estaba abierta y ella estaba junto a la ventana regando una llamativa pla
-ella se gi
s -contestó
ción que tendrá lugar el veinte del co
sita? -preguntó acerc
epáralas por carpetas
bien s
es saber que los empleados que estén disconformes con algo si
n su rostro apareció una sonrisa, un sonrisa que se la habí
el archivero, aunque me dan pena las a
guntó con una sonrisa que, por m
, n
como la chica sacaba cuatro carpetas de diferente
ores? Verde manzana, azul f
stal rosa pastel -Observó cruzándo
ación, no había más carpetas vi
letas -dijo señalan
morado, seño
s hombres no podían ver? Mientras que la chica identificaba cada
rofundidad, era agradable
lo s
a, sin hambre, sin deseo sexual, sin lujuria. Como s
ael ¿verdad? -preg
la mano que ella tomó en un firme
pensé que era solo un saludo. Luego nos informaron que los
s ataste
e nuevo esa mirada, esos ojos, intensos, como el chocolate. Chocolate, hacía mucho que no comía chocolate. Era la golosina favori
bre, volvió a preguntárselo para que ella l
era muy bonita, debía admitirlo. Mucho. Tenía un lindo vestido blanco ligeramente ac
orzar conmigo? -dijo mirándola
de sorprendida. Axel sacó las manos de los bolsillos y se
na joven
r favor. Estaría enca