ad, por
¡Destierro! ¡Destierro
eía a su legado, sus esfuerzos y su fuerza al construir ese maravilloso reino.
sté pasando allí a
rey mío, pero creo saber l
rullos y gritos, como nunca antes h
! - excla
acercó a la pareja de reyes la
s ese es
rvioso - Verá, mi
nvadió al rey Gusteau
xplicárselo, su ma
Pad
ncipe Herald Hyde entrar muy apresurado y agitado. El príncipe estaba muy furioso y
la reina al ver a
ecesito qu
e entrar a la sala r
ene que ver lo que yac
ue- - comenzó Livene al ver el
a mí ese so
todo, y presentía muy bien lo o
una
su maj
rey. Al acercarse, notó que el príncipe poseía unas discretas heridas sobre sus nudillo
mediatamente a las enferm
ale el maldit
un poco de tiempo para evitar el inevi
tiene
tativas por el contenido, no pensaba que fuese un asunto se i
a cada vez que se alteraba. El rey se negaba a creer la veracidad de aquellas pruebas, se repetía una y
¿es est
furia - Deme su aprobación, ma
- susurró la reina -
o estar en el reino en estos momentos - soltó el príncipe con ferocida
entos de la familia real, temía por la
estas fotos, si usted lo permite, yo mismo pu
unas ganas de derramar su sangre por todo el reino de Garicia. Añoraba tener
a sin lugar a dudas, no permitiría que su honor
o movimiento sin mi autorización - observó a su hijo - Mandaremos a
ra t
, guardias buscando posibles testigos, el príncipe asqueado y furioso desquitándose con todo
El pueblo estaba sorprendido y asqueado, las fotos de la princesa no se hicieron esperar al ser impresas en cada diario, en cada café del lugar, en cada
primo del príncipe Herald, Jone Pride. Se afirma que la princesa tendrá que ser condenad
igual que el rey, se negaban a aceptar tales especulaciones, tenían una impresión perfecta de la princesa: una mujer muy educada y bondadosa, irradiaba luz a cada lugar que visitaba, la veían con un
on r
e ser modificada en algún aspecto. Sin embargo, al aumentar los nive
ige el príncipe a
mi príncipe, no
n todos esos buenos sentimientos hacia la princesa, en su lugar, el odio y la vergüenza
aba amarla con locura, odiaba haber confiado el ella, odiaba haber puesto su corazón en manos que la mujerzuela ... La odiaba tanto que ya no le importaba lo que sucediera c
la con un hijo que no era de su sangre, hijo
ilia real. Los padres de Eva la habían criado con valores y prin
er, ahora! - ordenó
ipe - inte
orden! ¡Traigan a la adúlte
a princesa, con arma en mano, como si bu
percances de aquella incertidumbre. En menos de media hora, en cada rincón del pueblo de Garicia se habían confirmado los rumores; fuera del
er
eino de Garicia. Se encontraba fuera que aquel armamento en su contra. Visitaba a cada modista, una por una en
que amaba. Nada podría salir mal, iba a casarse para convertirse en la esposa del futuro rey Herald uniendo ambos reinos. Iba a ser una alianza i
ronto volveremos con papá. -
llevará? - intervino una de sus dam
ura que será de agrado para Herald. - habló soste
sted desee
o en mí, si no es mucha moles
mujer haría todo lo que la futura reina le pidiese, sin n
es y bellos, los delicados y finos detalles de las paredes la hacían sentir com
ista la dejaba sola para que pudiese cambiarse.
vez en cuando, pero el dolor no era tan fuerte como para
- entró Regi
sucede
... vienen
le dijo - ¿P
iales reales. Estaba confundida, se habían adentrado en el vestid
compasión por una mujer en su estado. ¿Qué estaba sucediendo? Se preguntaba. Los oficiales llegaron y se la llevaron a rastras al palacio bajo la atenta mirada de los pobl
ya, se lo ordeno - replicó
llevarte ante el rey
cia, ¿qué falta de respeto es tu manera de d
Adúltera - susurró y l
¿Q
más confundida. Se crio bajo valores dignos de la realeza, la habían educado para ser una gran reina a su mayoría de edad. Jamás tendría el pensamiento de com
endió ante aquel comentario. Estaba segura que s
ontra el auto donde iba la fornicadora. Muchos le gritaban palabras no dignas de una señori
a una adulter
STI
a la pri
que estaban? Las penas de muerte ya no estaban permitidas, al menos para
on dolor al sentir un gol
bran
dúlt
al n
ate del
rullo de la gente aclamando por su cabeza. Eva
raban con compasión y lástima, mientras otros allegados al príncipe la tildaban
s! -ordenó el jefe
vor, me
corriendo tras ellos proclamando pie
ente - sollozó siendo detenida por los gua
ncesa era bien recibido por el rey y su hijo. Ambos frente a la joven
e la mirada con odio de Hera
á la acusa
las puertas
le implo
ulterio ha sido confirmado,
mentira, y
contundente para conde
taba confabulando
padre comprendiera aquella mentira en su contra. Ellos estaban devastado
on el rostro, evitándola - Herald
sin sentimiento, parecía odiarla por algo que no había ocurrido. El homb
al calabozo -
tentó interru
o al calab
vor, todo es una m
l aire cuando sintió un ar
jer frente a el
mano en su mejilla. Le dolía, pero más le dolía la desconfianza de sus p
adr
somos tu familia - le dijo escupiendo las pa
llorando ahoga
amil
éven
azo. Eva estaba exhausta por los jalones que recibía,
a recibido. Sollozaba por su amor, derraba lágrimas en silencio esperando el bienestar de la vida dentro de
s, criminales, delincuentes. Por suerte la te
én tenemos aq
ita jugueton
ándose los oídos para no escuchar m
rar, temía por l
icó a sus ancestros. Nada
ese hijo de puta
ese pr
es que me cal
ya verá. Tal vez es u
ermana me traicionó, jugó con mi
mi príncipe, sin embargo, ella está
i mueren, no me importa nada, solo quiero q
ela que amó con locura, aquella que lo engañó y traicionó de manera imperdonable. Aquel
n bulto de su vientre, una punzada le entró al pecho, verla allí, tan descuidada y vulnerable lo movió, quería tomarla en sus brazos y olvidar todo; s
e! - gritó
en levantarse como po
ometida, no soy nada tuyo, tú ya no eres
es verdad, cr
no me interes
, por favor - Eva logró tomar una de las manos del príncipe para lle
lo rasposo del calabozo - Ese niño no es mío, es una deshonra p
s cierto. Soy ino
amó un joven de dieciséis años vie
rupción. Su atención estaba puesta en
Se quejaba y quejaba sin obtener respuesta del hombre que solo la observaba como si fuera un animal en ci
e algo de comer por favo
ega para qu
go ha
príncipe - espe
r favor - pidió
dirigió con seguridad al guardia, estaba muy decidido, esa mujer no sería nadie e
antes del juicio - ordenó el príncipe -
su ma
! Herald,
rincesa sin
u voz se iba apagando en cada centímetro que avanzaba. Su cor
había de
e
princesa Eva y con ella ...