Wil
entiendo el motivo de su visita y eso me pone de muy mal humor. Lo ú
í? -pregunto, con voz helada
es? -responde, con una sonris
ro aguantarla con las mías, antes de que me toque. Sin embargo, mi gesto le provoca una son
ue hacer aquí -gruño, con molesti
vez. -Hace un puchero y
bilidad. Pero ya no soy ciego, ya no soy aquel tonto e ingenuo muchacho que creyó
y lárgate, Viviann
il
d -aseguro y ella e
afirmación. Ella suspira y levanta sus man
obresaltan con el ruido fuerte que retumba por todo el salón. Al ver mi cara de mala leche,
de baratijas -murmura Leonel, tod
se gira y mira a su gemelo con
n entre ellos por tonterías, yo tomo asiento donde mismo estaba antes y pienso en la maldita visita. No me da buena espina que ella es
uién era -murmuro, recostado por
xpresiones confusas y m
te, gestos de odio y despre
aquí? -pregunta Leonel,
n su cabeza, secundando
lo último que me faltaba es e
que estabas aquí
ub. Debió suponer que m
y ahora, acosador
ó en el último año de instituto y realmente, llegué a pensar que ella era la indicada; tanto así, que le prometí regresaría por ella cuando pudiera ofrecerle todo lo que merecía. Y cuando recién comenzaba a g
ras yo escalaba en el estatus profesional, por el contrario; siempre apoyé sus sueños. Una vez llegó a la ciudad, tener una relación conmigo le abrió muchas puertas. Por su porte y belleza, varias agencias de modelaje se interesaro
mente nadie, se me
fael me saca de mis pe
enta que las tengo en puños,
que te afecte -prosigue
amó la atención de ella e intentó conquistarlo. Aunque mis hermanos son muy parecidos en cuanto a gustos, lo que los lleva un poco má
tomar un baño. Ne
Cuando ya estoy por llegar a arri
os posibles inversionistas en... -dice y
ener todos mis sentidos puestos en nuevos negocios. Pero mi
princesa -grita Leonel y l
de mis trajes en la maleta, pienso en llamar a Ashley; sin embargo, soy consciente de que no serán dos minutos de co
.
n una limusina para moverse en este medio y no necesitamos conducir. En el camino hablamos de los principales intereses de este posible socio y lo que n
ue me dan ganas de rodar los ojos por sus impertinencias. Nos lleva hasta un reservado al fondo del elegante salón y nos pide que nos pongamos cómodos en lo que llega nuestro acompañante. Pedimos un excelente cabernet su
trasladarse a New York para poder tener un encuentro con él. Interesado en nuestras principales ramas de exportación e importación, mantenemos conversaciones amenas y enfocadas principalme
», me pregunto, con l
tra vez. Sin embargo, cuando no la veo por ningún lugar, disimulo y voy hasta el baño. Ya com
ta, con lo que ella pi
restaurante, puesto que se apareció justo a la salida del ár
o. -Frunzo el ceño, cuando ella
bla, como si nada. Pero el tono su
mint
es, Vivianne -aseguro,
e una mano en su pecho, para hacerse la ofendida. Pero
os-. De todas maneras, Will, debes sabe
, no me interesa saber hacia dónde se diri
cada vez se nota más interesado. Al final, llegamos a un acuerdo, haremos negocios juntos. Mañana a primera hora nos pondrá en contacto con su agencia de envíos y sus abogados tramitarán el contrato. Respecto a esto último, nos dice que sus hijos son los que l
mucho de nuestro imperio. Como no está de más adquirir nuevas ofertas, aceptamos un encuentro en dos días, en su propia compañía de modas. Así podremos ver sus principales productos y estudiar si nos conviene
mocionado por estrechar lazos con Anderson Industries y la sensación incómoda
unta Rafael, mientras atrave
vez, es lo qu
opla y Leonel
eocupa Rafael. Ya Leonel
, se queda pensativo. Sin embargo
r? Así podemos pensar mejor en todo esto y esper
a cambió sus intereses al mirar una d
Ashley y hablar con ella por largo rato. La extraño mucho. Ahora, con el en
-determina Rafael y me toma por
de ella para estar un poco más tranquilo. Pero, aunque reviso todos mis bolsillos, no lo encuentr
se al apartamento será
evar por m
ta toda una noche de bebidas