y abur
en una tradición, que justo el día después de Navidad; yo emprenda un largo viaje al otro lado del país, para pasar Noche Vieja con otra parte de mi familia. La razón, mis padres cada año hacen una gira nacional por su empleo; ambos t
nos y abro el reproductor de mi celular, un poco de ritmo vendría bien en estos momentos. Escojo el tema "Company"
e me es tan familiar, se siente mío. Y cómo no lo va a ser si desde hace catorce años, recorro el mismo camino, dos veces al año; cada invierno y c
vez que el pasillo del autobús se ha desocupado un poco, recojo las maletas y me dirijo hacia la puerta. Puedo ver desde allí a mi tía Aurora y a mi prima Andrea. Ambas llaman mucho la atención, t
ser un poco seca y arisca, pero me reconforta mucho formar parte de esta familia que, año tras año, me recibe con los brazos abierto
autobús se atrasó más de lo normal -dice mi tí
ecesito mucho más que años anteriores -interviene Andrea. Me coge del brazo
ierno de viaje, realmente, ya no hallaba cómo sentarme para aliviar el entumecim
una expresión feliz; vuelve a abrazarme-. En la casa están todos esperándote, incluso, algunas sobras de l
rea con los ojos torcidos. Mi prima, a su vez, me mir
ombros, en un gesto despreocupado. Pero yo no le cre
molestarla-. ¿O no te acuerdas de lo que pasó
n -interrumpe y s
a me mira seria y me abraza. Casi caem
cho. -Tiene la
M semblante cambia por completo, porque la verdad
llorosos, pero trata de disim
o -farfulla, con un carraspeo-. Y, Maddie, este
efiere; su expresión complacida llama mi atención, pero no comprendo nada. Con la mirada despistada, le pregun
regalo de Navidad. -Es su respuesta, además de u
y nos encaminamos rumbo a la casa de la familia, me olvido por un instante de lo que sea que
.
El estilo colonial es predominante, techos altos, portales por todos los alrededores, enormes jardines rodeados de cercas blancas. Es un ambiente limpio en todos los sentidos, muy raro de ver y sentir en la ca
veo la casa. Y, como siempre, mi abuela aguarda mi llega
tía tenía dos años y mi padre cuatro. Es una mujer fuerte e independiente que ha sabido salir adelante sola, es muy sincera, así como amorosa, es el pilar y la jefa de mi familia. Me b
favorita en t
, mientras la achuc
muchas ganas de verte. -La abraz
ñita, ya eres toda una m
ampamento para jóvenes interesados en la redacción y edición de libros. Es mi pasión, por lo que
zones, mi Maddie. Ya verás -asegura y me g
as ganas de llegar y verlos a todos, hace un año que no vení
é fue que no quisiste venir -pregun
ra aprender de lo que más le gusta, ¡escribir! -interrumpe tía Aurora,
irlas a tu habitación
yudarla. -Sí que es
doy un beso a la abuela y me
abuela antes de que abra la puerta y entre. Le
bos estaban sentados en el inmenso sofá, viendo un j
Feliz Navidad! -saluda tío,
que vive y se desvive por su familia, alto, trigueño y con unos ojos increíblemente azules, para su edad se mantiene bien y se nota qu
-pregunta Leo, mientras me abraza f
oro a mi primo, es el hermano que no tuve y, para mayor satisfacción, lleva esa labor de hermano mayor conmigo de la misma forma que lo hace con Andrea, ahuyentando a cuanto muchacho se nos acerca. Resulta gracioso ver
para hacer un infierno tus últimos días
fuerte, que creo que se volvió loco. Entrecierro los ojos cuando veo a An
, pienso y lo confirmo, c
compañía está en camino. -Y se va, con las manos metida
rá entre mano
más que lo pienso, no le hallo sentido. Andrea tampoco es de mu
ir tu hermano -ruego, con un puch
abre la puerta de mi habitación. Murmura unas palabras que por lo
la habitación que ocupo desde que tengo ocho años. Todo
noche a cada lado de la cama, con sus lámparas de cristal estilo industrial. Las paredes, de tonos azul y verde pastel, combinados con los almohadones, cubr
e lo utiliza muy a menudo, dice que es muy cool tener una provisión de armario doble. El cuarto de baño es mi lugar de relax preferido, donde puedo tomar baños relajantes por horas sin que nadie me esté apurando. En él, también he ido cre
ado de la cama y me tir
r cansada. -Suspir
largo. -Siento el peso de Andrea cu
ado. -R
rir los ojos para ver qué está haciendo Andrea. Ella
vas a querer sa
actitud y una media sonrisa-. Puedo estar
hago un pequeño movimiento de cade
iaje sentada en un incómodo asiento de un au
r, pero a la vez, me hace
? -pregunto, irónicamente, recordando d
los hombros-. Por cierto, ¿c
son los únicos que ti
devuelve ella,
fullo, con tono desinteresado-. L
lo ocho años. Creo recordar, que el primer viaje lo hicimos en el auto y mi papá conducía. Fue un viaje aburrido, pero vamos, que eso no era nada nuevo. Pero al siguiente año, fue mi primera vez en un autobús,
mientos desagradables, no es el momento ni el lu
e para esta noche. La verdad, no entiendo qué
conocedoras de mis tíos y la abuela. Profundizo tanto en mis cavilaciones, que me quedo dormida y sueño algo muy extraño, algo