deramente aterrorizada de lo que tendría que enfrentar, no es fácil para nadie recibir la noticia del médico de que tienen que
momentos aciagos ni alguien esperándola fuera o rezando a cualquier santo p
ue expresaban un profundo miedo por quedarse dormida sin saber si despertaría con
poder controlar los movimientos involuntarios de su cuerpo, le dolía la cabeza, le dolía la pierna, un raspón que tenía bajo la barbilla le mataba con el
razón que alguna vez hubiera tenido algún tipo de acercamiento con su creador más del
todo se resolviera, que la cirugía fuera un éxito, que recordara y retomara de nuevo su vida... sin sab
vocada es
er tener una pequeña luz que la ayudara a recordar algo, cualquier cosa que le dijera quien era para comunicarse con algún fami
ujó hacia dentro en dirección de la mesa de operaciones, la joven miró
r encima del cubre bocas con unos hermosos y tiernos ojos que no supo descifrar... ¿Era una mir
ipo comprometido y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que se recupere.
a, agradeció que le dijera que no estaba sola porque ese era el sentimiento más profundo que la había ataca
las demás personas seguían adelante con sus vidas y ella quedaba atrás
a mesa de cirugía, aseguraron un brazo extendido y en ángulo recto en relación del resto de
r, le repito que está en buenas manos - Dijo acercándose lo suficiente para que la c
- La voz de la desconocida salió como un ruego inundado de temor, Patr
ndescifrables y hermosos, y respiró profundo hasta se
magnéticos en los que se había perdido, una sensación de sequedad profunda y un sa
pantosas la obligaron a hacer ejercicios de respiración: inhala... exhala repetidamente para minimizar las arcadas, temió devolver la bilis s
el rostro de la chica que empezaba a desear haber per
***
rmeras del servicio médico para asegurarse de que todo estaba en orden, era muy meticulo
eje que se le pase
tor, ¿Pasará a ve
uno de esos días pesados en los que solo querías llegar a casa, darte un buen baño y olvidarte del
oy no me tocaba un turno largo porque ya lo había negociado con González, así que ya casi me voy - Un
a doctor? - Con u
ltimamente y no quiero sacudirle la capa roja al
avispero", Meissa Zuñiga no era un ángel de Dios, ni mucho menos, la her
dre, y eso es mucho que decir, porque el señor Zuñiga era un tipo con mucho dinero,
carrera o no ayudaba en el negocio familiar entonces tendría que buscarse un marido que la man
la quería aspirar era a casarse con un hombre guapo y con dinero que le
a sabido como conquistarlo, como meterse en su cama fogosa y complaciente a fin de lo
e linaje italiano propietaria de la Farmacéutica Lombardo, así como de una vida d
o comenzará a vivir como casado antes
ntes de irse, su próxima guardia sería en 24 horas así que era mejor conversar con ella sobre algunas co
lado y acercó un recipiente para que ella pudiera expulsar la bili
olo pena por saberla víctima de una desgracia sino algo más, que todavía n
ó parte de su cabello hacia un lado y sostuvo el recip
ó a decir en baja voz - Deyavú... cada vez
es normal en su esta
, un pequeño destello que asomó en el momento en que dejó
Dijo mostrándole
supone que no te sonrojas con tu medico porque ya te ha
o sobre su pecho con suma delicadeza para escuchar los latidos d
mantener el ritmo tranquilo de su corazón pero no pudo, en cambio el bend
quiso salir