mi padre aún seguía en mi mente, como si alguien siempre estuviera repitiendo la misma esc
ció divisar una silueta humana, pero se alejó r
maldición podría estar llegando a la ciudad, después d
ndo la ventana, y otra vez vi una silueta humana, una especie de sombra, esta vez sentada en una de l
ancha color vino oscuro empezó a extenderse por el suelo nevado, algo similar a lo qu
a donde se había dibujado el círculo, asustándome, pues
as, otra vez fui a mirar que pasaba, simplemente estaban los bo
enta aumentaba su intensidad, ahora se habían unido los truenos y re
, estaba segura de que la maldición se e
ena al ajetreo que se había generado, y otra vez desapareció, pero el columpio seguía moviéndose, incluso después de variatía una incomodidad, y escuchaba el sonido del colu