noche. Tal vez, los chicos de aquí sean un poco más tranquilos que en la gran ciudad. Es de tarde y nos estamos terminando de instalar, ya he arreglado mi habitación casi por completo y mi padre
r pantalones cortos y un suéter de algodón a rayas con mis converse blancas preferidas. Hay un stand en cada esquina del pue
Sabía que era un lugar pequeño, pero no imagin
varios sitios de comida y entretenimiento, una gran iglesia en medio de lo que parece ser la plaza principal y, por último, más alejado de todo River Fleur, la Academia de arte. Fin, se acabó, no hay más nada que ver. Sin embargo, t
rco un poco más para ver el mapa que descansa a la entrada del mismo y me sorprendo un poco al descubrir que al parecer todo el pueblo está prot
l apreciar cada detalle: la manera en que el sol hace que las hojas de los árboles se vean de un verde intenso, o como el cielo se ve fragmentado a través de las ramas altas, eso me encanta; comienzo a sacar las fotografías sin pensar en nad
césped. Los brazos bajo su cabeza y un libro re
un tono más oscuro y levemente ondulado en las puntas, la brisa hace que se le pasee por todo el rostro; n
parte del bosque y como todo se ve en armonía a su alrededor. No sé cuántas fotos he sa
que ves, peq
ibre extendida y la llevo directo al rostro del extraño dejándola caer con fuerza sobre su mej
iendo su mejilla y mirándome entre incrédulo y
emonios te pasa a ti? ―contraataco llevando mi
s apuesto: rubio, alto y con los ojos de un profundo color entre verde y café que me recuerdan al bosque, que lo hacen interesante; parece también estar entre los veinte; lleva el
rque se me ha
y justamente tomando una foto a su ¿hermano? ¿amigo? Esto no debe verse nada bien,
y sentado aún en el césped, con los brazos extend
l océano tan profundo casi violeta, que da la sensación que el color en ellos se mueve. Sus cejas
mie
l ratón? ―me cuestiona co
mordiendo mi lengua para evitar decir algo que empeore la situación―.
a tener los brazos del chico pelos en punta nuevamente sobr
de la que pretendía. Él me hace ca
estabas haciendo aquí. ― Dice adquiriendo una
a me mira divertido, dándome una so
es todo. ―Me agacho para recoger mi cámar
su amigo―, ella estaba tomando foto
toy y en ese momento conozco lo que es tener instintos
o levantándose y caminando h
nsando ―digo apretan
bio nuevamente, mirándome―, tien
r mi rostro ardiendo. Por favor tier
rcada en tu rostro si no te
ricen. Es fresca y alegre; natural. Por un momento me olvido de todo lo que m
lvo mi atención a los
el castaño―, estaba dando un paseo como ya
viaste el le
uro impulso artístico. Más nada. Ahora, ya me
rimer día, antes de darme espacio. Empiezo a caminar lo más rápido
quieras, pequeña acosadora! S
regalarles a los dos chicos un bello gesto vulgar
es educado y otras cosas, pero yo ya no escucho, estoy apretando la cámara fuer
gado mi cuota con imbéci