d
ndo. Hay momentos que quisiera olvidar, pero cuando las manos están tan manchadas de sangre lo único que queda es continuar sobreviviendo a mi manera, a lo que sé hacer y ahora no solo gobierno a los malos de mi p
habitación que hay
ida de un arma, se cumplen y
, s
déjame march
dené, así que salí de la habitación subterránea que había debajo de mi casa y puse rum
plico, señor.
u cabeza y muere en el acto. No hay perd
endo el coche de la hija de ese
explicarse cuando su vida
los cuerpos-
piar mi arma, soy muy cuidadoso y creo que
a esa muchacha que yacía en la h
nieve y su forma de suplicar despertó en mí algo raro, no sabría decir
se encuentra
ancia y mantenía mis manos oculta
cara de
míos, ya que hasta ahora los mantenía en el suelo-. Por f
sorpre
adie y menos de una niña como
a mirado a ninguna como lo estaba haciendo ahora con esta y sé que lo más prudente
la de ella m
o.
, pero ver el miedo en los ojos de esta chica es como ver el monstruo que
uplicando-. Déjeme saldar la deuda
y fruncí el ceño en
hasqueé l
trabajar para
det
o...- acorté la distancia y toqué un mechón
Pero eso no saldaría ni la cuarta parte de la deuda de ese hombre. Además,
eza-. No me refe
o yo, acaso las demás con solo mirarlas caían a mis pies y con
simple, vamos mírate, ¿crees que me interesa toca
, pero no mostró
a, por el momento perma
da y volteo para irme,
conmigo? ¿
re no contesté. No estaba dispuesto a d
a hasta nuevo aviso. -Advertí y me
inguna mujer ni mucho menos quiero estar pensando en esa niña qu
de Richard y que me venga
así que hoy acabaría nuestra
. Hoy secuestré a una joven que pensaba que era tu hija para acabar con su vida y mandarte su cuerpo como cambio de t
cuché por segunda vez el nombre de
la con determinación y sin esperar más di la orden
arché con destino a Rumania, u