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Historia
Más allá del horizonte

Más allá del horizonte

Autor: Paula Tekila
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Capítulo 1 Más allá del horizonte 1

Palabras:3579    |    Actualizado en: 23/05/2022

ente posible dentro de sus posibilidades. Nunca quiso casarse, pues siempre soñó con entregar su vida a Dios,

a Guadalupe, quedó encantado por su belleza y fuerza para enfrentar la vida... su deseo de poseer a esta mujer lo hará tomar acciones crueles

a-Mx,

s

varón, pero los designios de Dios solo él los puede explicar. Tuve una niña hermosa, sufrí mucho con el parto porque mi cuerpo y

naron el corazón del padre quien, aun frustrado por haber n

so de los meses nos dimos cuenta que no nos seguía con la mirada. Era difícil aceptar que esos ojos de

me di cuenta que solo ella era una bendición y el regalo más

e la finca, y así llevamos nuestra vida humilde pero feliz. Tan pronto como nuestra princesita cumplió 10 años, su padrino

el padrino e incluso a la ciudad, le bastaba con oler dos olores diferentes para saber exactamente a dónde debía ir,

– preguntó Guadalupe,

fiar y aprender a ser independiente! - Dijo

mundo y dejar de jugar con otros niños. Saulo, nuestro vecino y padrino de Lupe, tuvo dos h

sión por su condición y trataron de compensarla de alguna manera dándole muchos regalos. Siempre estaba bien arreglada, n

– preguntó con expresión triste y era la prim

ara darnos fuerza y enseñarnos much

i realmente piensa que soy t

ue he conocido en esta vida! Le

e convirtió en una hermosa mujer,

gro, senos llenos y cintura pequeña. Dondequiera que íbamos, siempre llamaba la atenc

almuerzo especial y nuestros compadres estaban como si

ene razón, nuestra esmeraldita cada día es más hermosa. – dijo Saulo con un

a niña más hermosa de toda la región,

pa si alguna vez aceptará unirse a alguien. – Ester dijo eso y luego se arrepintió,

a más que resuelto para ella a pesar de que su

s que pensé que mi decisión ya estaba clara. – Guadalupe acele

o ¿quién te protegerá cuando ya no estemos? ¡Cuiden este rancho que es viejo,

omento, ahora solo quiero celebrar por u

tu regalo? – Preguntó Saulo

mano? Gabriel se

ndió tímidame

esó, todos en la sala se miraron y a pesar de saber la opinión de la chica sobre el matrimonio y el compromiso, ese acuerdo había sido

e el color de tus ojos! – dice Esthe

lo que él siempre había sentido por ella desde que e

nto que Luíza y mi madrina no hayan veni

y le diré que e

enemos mucho que hacer en la granja hoy. –

briel a la salida, hija?

api, ¿vam

ban una relación entre ella y Gabriel, pero era tan c

olocó sobre su brazo, ella sabía cami

r la tarde a cabalgar cerca de la cas

con ella, algo de mujeres y hace unos días que no viene a verme... – Guadalupe extrañaba a s

íntima, pero aun así sería agradable e

n nosotros. - Dice tomando la mano

iendo el aroma y e

padre de regreso a la granja, mien

io algún día con Gabriel? – preguntó S

Y lo único que me consuela es que Guada

sientes por ella. – Saulo no sabía qué decirle a su hijo

.

ienda Ferreira, luego de importantes reparaciones en su estructura, sería habitada nuevamente nada

rió una lesión pulmonar y fue enviado por orden de los médicos a un lugar donde pudiera respirar aire limpio y alejarse de la vida desenfrenada qu

por toda la comarca y despertó la curiosidad de muchos

perdió sus botas! ¡Ni siquiera hay un casino en la ciuda

se quitó el sombrero y lo

da la riqueza que hoy es tuya, gracias a esas tierras que hoy maldic

re, (sonríe) ah y tus dulces de calabaza ¿qué sería de

r de descansar, porque el médico dijo que si está lesionado ahí, pue

o en lo aburrido que sería estar tantos meses

s el viento alborotaba su larga cabellera negra, pasaron frente a la gran mansión y el joven incluso salió po

preciosa? – Preguntó Atilio sin c

rancho, a unos metros de aquí hay una chica humilde, pero muy ama

quí hay una distracción para traer de vuelta al viejo y desvergonzado Atilio! - Seguía sonri

ão quiso contarle de inmediato su realidad, pero el

puritana y religiosa. Nada que una buena dote no haga que los ojos de tus padres se l

muchos candidatos para esposo, ella no quiere c

mos a ver, ¿cómo t

bast

s a ella y a su familia a cenar aquí. ¡Di que espero conocerl

oven y hermosa para estar invicta en este fin del mundo... ya era ho

estaba acostumbrado a las mujeres de la ciudad y sufriría un dur

casa y con él la invitación de Atilio, estaba dan

ido ocupada nuevamente por mi pequeño jefe. – dice Sebastião,

horrible temperamento. - Conte

ti y a tu familia a

mos que rechazarla. Escuché cómo trata a todos en esa granja por

duro sí, pero no es tan cruel como dicen. – Seb

o la invitación, per

cabeza y volvió a montar a caballo con esa re

para el estado d

odrá aceptar su invitación, señor. - Di

es... Puedo encontrar otras formas de acercarme a su hija. – Atilio esta

dar un consejo, deje

da Sebastião, me gusta tu trabajo aquí en

s a la misma hora, la voy a sorprender en el camino.

jar en Rayo de sol, como hacía casi todos lo

, hija! – dice Ester mirando a su h

que me quier

confío en Dios temo por estas salidas tu

n la cara llego a sentir que nada me falta en esta vida,

ve con Dio

día vendiéndola allí. Todo era normal, el viento le revolvía el pelo como le gus

inmediato denuncian su presencia para no asustarme sabiendo mi discapacida

r contigo un momento? – dice Atilio,

l sonido de los pasos del caballo que la estaba siguiendo. Él no respondió

nvitación es suficiente, así que pensaré que es un atributo de tu familia, ¿verdad? - La miró de

muchacha e hizo que Rayo de Sol se detuviera brusc

amos, Sunbeam! -

caballo, pero Atilio siempre se in

nto, mi nombre es Atilio y me mudé aquí hace unos días. – Extendió su

o, necesito llevarle est

movimiento sospechoso de los dos y luego se a

do en su caballo y sostuvo las riendas del

iel? ¿E

ú, déjala en paz, no sé quién eres y ya no m

co, ella

que nunca has visto gente! – Responde sonriendo para i

n simple acercamiento con esa joven, regres

ímidos, temerosos, celosos y

de a

? – pregunta Guadalupe curiosa s

erras del Comandante, no me gusta su fo

briel, no le di oport

lguna vez a una doncella deambular sola? – Gabriel mostró los grandes celos y el m

nca más te hablaré!

ón pesada) No quiero que ese tipo,

res, no puedes pro

ero proteg

erme. – Dice ell

abriel no se fue de allí hasta que le dio su mensaje a los padres de ell

cansada, pobrecita! – dice Esthe

se hombre se le vuelva a ac

hablar? Un día nos invitó a cena

na forma, apuesto a que debe estar acostumbrado a deshonrar a l

lo que necesita para vivir, la amas tanto y como me gustaría que ella te correspondiera. – Esth

el corazón, pero creo que al

jo y ahora está bebiendo como un pato y

hable con él. – Gabriel responde mient

fica mucho para mí tu cariño y p

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Contenido

Capítulo 1 Más allá del horizonte 1 Capítulo 2 Más allá del horizonte 2 Capítulo 3 Más allá delhorizonte 3 Capítulo 4 Más allá del horizonte 4 Capítulo 5 Más allá del horizonte 5 Capítulo 6 Más allá del horizonte 6
Capítulo 7 Más allá del horizonte 7
Capítulo 8 Más allá del horizonte 8
Capítulo 9 Más allá del horizonte 9
Capítulo 10 Más allá del horizonte 10
Capítulo 11 Más allá del horizonte 11
Capítulo 12 Más allá del horizonte 12
Capítulo 13 Más allá del horizonte 13
Capítulo 14 Más allá del horizonte 14
Capítulo 15 Más allá del horizonte 15
Capítulo 16 Más allá del horizonte 16
Capítulo 17 Más allá del horizonte 17
Capítulo 18 Más allá del horizonte 18
Capítulo 19 Más allá del horizonte 19
Capítulo 20 Más allá del horizonte 20
Capítulo 21 Más allá del horizonte 21
Capítulo 22 Más allá del horizonte 22
Capítulo 23 Más allá del horizonte 23
Capítulo 24 Más allá del horizonte 24
Capítulo 25 Más allá del horizonte 25
Capítulo 26 Más allá del horizonte 26
Capítulo 27 Más allá del horizonte 27
Capítulo 28 Más allá del horizonte 28
Capítulo 29 Más allá del horizonte 29
Capítulo 30 Más allá del horizonte 30
Capítulo 31 Más allá del horizonte 31
Capítulo 32 Más allá del horizonte 32
Capítulo 33 Más allá del horizonte 33
Capítulo 34 Más allá del horizonte 34
Capítulo 35 Más allá del horizonte 35
Capítulo 36 Más allá del horizonte 36
Capítulo 37 Más allá del horizonte 37
Capítulo 38 Más allá del horizonte 38
Capítulo 39 Más allá del horizonte 39
Capítulo 40 Más allá del horizonte 40
Capítulo 41 Más allá del horizonte 41
Capítulo 42 Más allá del horizonte 42
Capítulo 43 Más allá del horizonte 43
Capítulo 44 Más allá del horizonte 44
Capítulo 45 Más allá del horizonte 45
Capítulo 46 Más allá del horizonte 46
Capítulo 47 Más allá del horizonte 47
Capítulo 48 Más allá del horizonte 48
Capítulo 49 Más allá del horizonte 49
Capítulo 50 Más allá del horizonte 50
Capítulo 51 Más allá del horizonte 51
Capítulo 52 Más allá del horizonte 52
Capítulo 53 Más allá del horizonte 53
Capítulo 54 Más allá del horizonte 54
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