cabeza a sus guardia
sí me indicaron
poco espacio de tiempo, hasta que se notara que habitaba allí,zanjé dentro de mi cabeza, el incambiable plan de sacarnos a
tegería de esa forma a mi bebé. El hijo de un árabe que no lo amaba. El hijo de un árabe al
eca y detuvo la marcha de t
léctrico, sobrehumano y voraz, hoy me sabía a
escote que me encanta, pero no quiero que nadie más vea. Voy enseguida
ro no tenia la certeza de que fueran a cuidar bien de ella. Y hubiese preferido que se fuera conmigo, al menos hasta el lugar donde fuésemos a perman
va ráfaga de tiros se acentuó en el lugar y en esta ocasió
o y una voz que no conocía de nada me dijo -mantente aquí debajo y no te mu
entí, no sabría decir porqué, de alguna manera protegida
ntar la vista. Lo máximo que hice,fue mirar por debajo y a ras del suelo, para ver como mi hermano estaba herido en un
ero ella luego de entregarlos a su marido, lucía mucho más en paz de lo que yo había cons
ana apuntaba a Onir en la cabeza, los tiros cesaron por todos lados y creí, equiv
equivocada
a arrastrada por los pies y sacada de mi escondite, sintiendo como mis pechos y demás partes
Maldito bastard
yo pataleaba siendo sacada por la cintura y llevada hacia no sabía donde,más d
nosotros serás libre y devuelta a tu hermano, él
que si lograban traer a mi hermana conmigo, podríamos huir del país con el d
ento, cuando pude ver como la estaban obligando a apuntar con un arma a la frente de mi hermano y justo ahí, el m
tiroteo y una persecución que me hacía sentir en un
rcunstancias podí
n el volante, pero en medio de la batalla, el coche de al lado se pegó mucho al nuestro y alguien del otro lado logró subirse y sacando al
s cosas a la vez y que saliera todo bien. Tratando de deten
amos ahí dentro y so
n dulcemente me habló, supe que no tenía muy buen aspecto y no me quedaba más remedio que cofi
. Prometo cuidar de tí -amaba su voz. Ese hombre que me hablaba lo hacía de
no lograba identificar
a desmayar. Tenía que actuar rápido y e
s venían hacia nosotros pero no terminaban de lle
itirme pero me estaba quedando sin opciones y solo esperaba que aquel hombre tierno, de conducta tan empática, y el que asumía e
ras y él, sonrió y me besó la frente con cuidado, y cuando se apartó ví sangre en su
ante que haría en mi vida, pero en ese mome
ndo en varios idiomas a n
adim Alfaslan, tú
la con