dría hacerlo teniéndola al revés. Caleb levanta la mirada y observa la puerta, ¿Quién era
nsar y en las que ocuparse. Vuelve a meterse en el ordenador e intenta olvidar lo sucedido de ha
.
rebro no dejaba de pensar en lo que había hecho, pero se lo agradecía, ya que
aste la
no me dio tie
evisarla antes de recibirl
l hombre por el que no paro de estar n
sa que ese hombre tenía un gusto exquisito. El vestido era uno de los más finos de la tienda, y también, bastante seductor. Se
significaba que estaba casado o algo por el e
escucha el chillido de su
ia se acerca para
vino, estoy segu
! ¿Qué vam
culpable eres tú, tu deber era revisar el vestido en cuanto lo recibieras. Ahora cómo crees que le voy a
podría estar manchado. Eso era un problema, si su jefa se enter
e supone
ue no revisaste la prenda al momento y que c
¿Y
o un desquiciado, ¿tenía que ver nuevame
a que vieron recoger el vesti
acepto recibir el vesti
a ese piso y acla
ue esperas que
y el gasto fue anulado, pero con este
y discuta con ese
ente por una gota de vino en un vestido, y de paso decirle que debía pagar por la prenda, era ina
, es lo que
lo h
empleo si no soluci
erá por to
, tienes que s
no pudo ver a ese hombre porque me da a
o no puedo
r qu
lo que está pasando. Creo q
ar. Pero dudo que eso
aciguaba los fieros latidos de su corazón. Era una tontería que actuara de esa manera,
ientras que ella se moría del miedo. Nada más pensar en lo que costaba
sión de su rostro, las cosas no estaban pintando nada bien. Olivia
sas emp
qué h
que subas personalm
debía estar teniendo algún tipo de sueño. Pestañea, pero sin decir una sola palabra. S
er, debes sub
puedo sub
pasa? ¿Por qué
a pedido qu
ir yo, la secretaria ya te vio. Así que iras, resolverás este asunto y nadie saldr
lo al final. La castaña abandona la boutique sintiendo que sus rodillas la ib
viosa, únicamente era otro cliente más al que debía atender. Soltó un largo su
e estaba la secretaria, al verla de lejos, volvió a
ué mierda
legando ante
res
e ha mandad
l humor, así que más te
Ahora sí que
e está e
momento? -La mujer la m
al baño, igual lo vas a tener que
.
ra algo que no toleraba, Caleb se pica el puente de la nariz. Era inaudito que estuviera pasando por una tontería c
a al siguiente día. No tenía por qué regresarle el obsequio, ella sabía perfectamente que lo de
o de la silla y o
ta mujer, cree que tengo