BAS
de una mujer de ojos verdosos y curvas deslumbrantes que lleva puesto un vestido corto color rojo con escote sensual. La miro
no...- Bromea Martin. -Si conocieras a alguien así no la hubieras dejado ir.- Añade. -A veces, no importa que es lo que hagas por una mujer;, ella se ira igual si así lo quiere.- Come
.. ¿Cómo
endo que regresemos a nuestra conversación previa acerca de todo lo que he vivido en el último torn
mi mirada a la mesa donde esta ella. Observo que cubre su rostro, y supongo que no está muy de acuerdo con lo que está haciendo su acompañante. -Se que no debería interrumpir tu cena y de verdad lo siento, pero es que mi esposa y yo somos aficionados del equipo para el que juegas, y justamente hoy estamos cump
areciera ser de un hospital o algo así. -Zamira con Z.- Dice y al escuchar el nombre mis ojos se abren
l imaginar que esta mujer pueda ser mi Zami... -Hola, ¿Cómo estás? - Pregunto cuando estoy a su lado. No sé qué le sucede, está demasiado nerviosa. Se que muchas veces hay fanáticos que se ponen así, pero en este caso es como si ella estuviera preocupada. -Hola, debo de admitir que nerviosa.- Dice mirándome fijamente y siento que conozco su mirada. Los recuerdos de aquellas noches que pase con mi Zami en mi cu
o creer, es
ho? - Le pregunta sin entender nada. «Al parecer le ha ocultado a su esposo el pequeño detalle de con quien fue que hizo el amor por primera vez...» Bueno... tampoco es que deba contárselo, ¿o si? No puedo creer que aquella niña se haya convertido en la mujer
ahorrado muchos detalles, demasiados diría yo. -Ahora no sé qué decirte, de verdad me siento mal.- Me dice y se sienta. -Esta bien, cuando puedas.- Digo. -Sebastien, toma, esta es mi tarjeta. Como veras ella no se siente muy bien, pero si quieres un día vienes a cenar a casa o algo y se ponen al día...- Me ofr