la limusina en el tiempo que estuve en el centro comercial con esas tres (Linda, Ellie y Leon. Sí, el m
strante porque Linda no paraba de soltar comentarios innecesarios y algo transfóbicos. Debido a eso, me alejé en cuanto terminé de comprar lo
ios que le habían hecho a algunas tiendas o lugares en donde la gente
recordarlo. La nostalgia
ello,
o justo en ese momento, salvándome así de mis peligrosos pensamientos, el sonido de una alarma acompañada de gritos se oyó en la tienda de a
o más fuerte, que tenía mayor oportunidad de
ije en un susp
oe ni mucho menos, pero al meno
adera. Una en especial llamó mi atención; era un broche para camiseta de una serpiente plateada. Solté las bolsas y me le subí encima cuando el tipo t
paga,
riqueó el hombre mientras intentaba
pués torcer levemente su mano, lo cual le pro
vino otra voz
i humor empeoró al ve
murmuré para mí mism
desconcierto y confusión, pero luego volvi
a la joyería, neutral. Ignoré los lloriqueos del tipo
Qu
ese momento. E igual que Adam, t
él ⏤alcancé
rón y yo me dispuse a recoger mis bol
me detuvo cuando intenté
lo, indiferente. El oficial se
sitab
vinieron
mayordomo/guardae
mó su compañero, antes de qu
io sus
ue irme.
Qu
creando un espacio de confidenc
tu madre sale
ñudo, sin
ignific
o que si
ión, de inmediato supe que no hablaba del broche
, ya entend
ástic
ontraba algo débil, por lo que pasé dormido la mayoría del tiempo. Fue curioso, porque
mida favorita eran las ratas, nos preparamos para ir a la ciudad en cuanto descubrí el lugar
e por décima vez mientras guardaba algunos c
no me afectara tanto aquello, me puse r
nguantada sobre su hombro para
ien. Confia
luego exhaló co
menos deja que
haga pregun
a, y posiblemente
ba sobre un mueble en una esquina de la habitación, y metí un bra
s, y una cierta inseguridad, pero con el tiemp
li, jamás me
Mali, refiriéndose a la vend
pecho, luego la capucha y abrí una de las ventanas. Sa
ardár
cui
que no estaba escondida
emp
ba
para no ser visto. Subí por el muro y de un salto estuvimos afuera de la residencia.
res para mi madre. También había otras razones p
olía ser muy creativa. Me detuve en medio del callejón. Por ahí estaba la puerta trasera de un conocido restaurante, en donde los empleados salían a tirar la basura por lo que muchos roedores e incluso indigentes se acercaban a revisar entre la b
el sonido de los chillidos de las ratas siendo demoradas por mi madre. Sus chillidos, por un segundo, parecieron gritos de ayuda. Fue tan ruidosa, pues además de eso algunas bolsas era
e mi espalda, una pequeña sonrisa af
tiene hambre ⏤aclaré con tranq
estaba moribunda y ensangrentada. Di unos pasos al frente, me incliné un poco y recogí al animalito. Se estremeció al estar entre mis largos dedos, a
apresuraron en correr fuera d
ga de la camiseta mangas largas l
se abrió. De ahí salió un grupo de tres hombres, todos con trajes
onderme, pues los tres ya
me miraron
sona que nos atacó
la descripc
ps
tres se agravió y comenzaron ace
zo, el atacante me observó con total desconcierto y asombro por mi fuerza. Luego lo hice dar una vuelta y cayó de boca al suelo
B
os. Tropezó con sus propios pies, lo cual me hizo soltar una carcaja
lté en un re
. De su mano cayó un arma, con el cual parecía apuntar en mi dirección, y de la otra un teléfono desechable. Hundí las cejas y re
irnos.
, sí, pero no Mali. Ella podía mo
arriesgaría sin du
Corrimos hacia el fondo, cruzamos por varios callejones hasta llegar a la salida, y, demasiado ll
sucede
a y saqué una tarjetita. La alcé, inter
el nombre del lo
r la que había salido de casa fue
ue había dicho permanecía en mi memoria. Se reproducía como un disco rayado.
n acerca
n. No tard
ir po
o su c
e dijo que lo
no ent
aban el seguro o las cargaban, vi Lux como mi única via de escape. Corrí
dijo con una grue
ngo ⏤fui
ficación:
e mostré la ta
a atrás y noté que los hombres enojados ya estaban en donde yo
ndo, los cuales esperaban entrar al Lux, y los que me perseguían
rada hacia
ugar. Hall, creo que es su apellido. Di
onfusión, negó con la cabeza⏤. No hay na
un docto
tó alguien de pronto, pero le lancé
tembló en su lugar y se enco
ociste? ⏤me preguntó el
rookwood. Dijo que mi ojo era hermoso... ⏤comen
a en este lugar
pero nuestras vidas, en especial l
ya estaban cru
se iluminaron de re
a un viejo amigo suyo. También, desde que volvió, no ha dej
con tu jefe ⏤exigí ya con
te... ⏤suspiró y abrió l
ue la puerta volviera a cerrarse, co
Lux. Procura
r, pero me cer
del oscuro, pero semi ilumina
ño letrero neón en color blanco que decía «Úsa
r el cuello de mi camiseta detrás de mi espald
uel misterioso pasillo. Este me llevó a un gr
senfeld de fondo, los meseros vestían poca ropa y/o muy extravagante, la gente salía o entraba por ciertos pasillos, los cuales emitían un color diferente en cada entra
... ⏤murmuré
s ahora? ¿Lo
fe. Y sí. No han entrado
buscaban salir por el mismo pasillo en el que segundos antes había salido. Ni
se dejaban herir, y que si lo ha
or
as a los dioses estaba la suficiente gente como para mezclarme
na sugestiva delicadeza su mano sobre mi hombro. Eso me produjo una sensación rara, pero familiar, en el vientre y aceleró levemente mi corazón
PI
ñó Mali, y yo r
alguien gritar de pronto, por lo que ráp
. Me pasé una mano por el cabello, echándolo ha
percaté de o
unté luego de girarme
pregunta ⏤contestó con una
l que f
oscuro tuve que achicar los oj
entana me permitía distinguir algunos muebles, una gran
sonido de su risa me provo
en realidad no e
al frente
s este lugar y por
saber en dónde te metías? ⏤volv
en. Estoy aquí por casuali
luz. El interruptor est
do hermoso como para ocultarme». Él se encontraba atado a la cabecera por las muñecas, solo vestía una bata de seda morada co
en mal
átame, ¿
⏤exigí después
dirigió a un mueble que tenía una botella y se s
his
abeza, cruzánd
re? ⏤me preguntó luego de
S
e otra vez ⏤se inclinó levemente⏤. Soy dueño d
í⏤. ¿Lo que consumen e
cia, porque sonrió con es
llamarlo «
e q
é deseas escapar, aunq
, aquello
sacudí la cabeza. Eso no era relevant
e quiero algo de ti? ⏤p
tipo: «Vamos. No m
rees que solo de
iera me
ón al ver que no caía⏤: La verdad es que necesito a alguien
r al oírlo. Rápidame
uer
a se supo. Ninguno es capaz de hablar al menos que su jefe lo permita. Y si lo llega a descubrir, este es inmediatamente ejecutado, o
so? ¿Va a ent
comenzó a dar vueltas a mi alrededor⏤. Si te unes a mí, te prot
or
y puso frente a mis ojos un pequeño tubo
no. Había una etiqueta en él
sar en ti desde aquel día. Esos ojos. Esos malditamente hermosos ojos tuyos me persiguen hasta en mis sueños. Jamás m
s latidos. Eso me dijo
te, decía
? ⏤inquirió M
ré a
uno, ¿qué haría yo?
Tienes algú
o después
unos instrume
mostrando sus pe
que entretenerías al público, te tendría cerca ⏤colocó una mano sobre mi mejilla, la cual se
Incluso con mi a
én, porque sonrió con picardía. Lue
enny? ¿Te gustaría
él, y otra vez al Antído
tal Múller y sus hombres. Tendría un tr
entía casi igua
tan exquisito. Mis papilas gustativas gritaron por aquella delicia. Cuando comenzó hacer efecto me mareé un poco, pero no se sintió
ntíd
sa, fascinado por las nuevas y l
rillaron de pura y ge
un pequeño instante, v
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