ue me acompañara -acl
ner el tiempo para hablar con ella, pero no, él decidía venir y da
aba, pero seguí viendo las calles pasar-. Trataré que Emilia sea lo menos
harlo tutearme, tení
que Emilia se vea i
mo nos conocimos, les diremos qu
ue lo había v
ño? -cuestioné inquisitiva
nte se abrió paso y rodeé los ojos-. ¿Qué
.él estaba coqueteando y no podía creerlo. Inhalé hondo y negué, no le se
la puerta y le sonreí, no había t
manos, mandando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo. Por un momento me de
s? -pr
onas empezaban a detenerse a
encontrar en el recibidor aquella mujer que no permitía que
sorprendiéndome un poco por el at
e er
sobre mis labios. Ambos nos miramos fijamente, haciéndome ol
rápidamente y a
ro que sí. Necesita
viera en una más cómoda, espérame en el automóvi
e mi vida. Tenía una ropa muy diferente a l
sus manos y c
era paz para mí, haría to
ezando a besarla por todo su rostro
ando de un melodioso
e su voz-. Sé que tienes que trabajar en las
uaron y mi cor
ada una-. Ahora tenemos una nueva y enorme casa en donde vivire
os ojos con sorp
, sí que tenía bastante
alegando que sentía fuerzas para caminar. Estos días en donde parecía que no tuviera ningu
Emilia me contaba sobre una película de princes
a, una ola de flashes cegó mi vista y muchas personas
Emilia empezó a
preocupada, no podía cargarl
de Jeremy me alivió, s
milia rápidamente y con su otra mano libre entre
eñor De Santis? ¿Hace cuánto están juntos? ¿La pequeña es su hija? ¿está enferma? ¿ust
era A
cuando pudimos salir de esa o
parecía a gusta en ellos, le hice una señ
a clínica y asustaron a Emilia, es tu deber mantenerlos alejados y te juro que, si vuelve a suceder de nuevo, te
bras delante de
co de su pecho y la sentó en sus piern
o. Nunca le mentía a mi hija y el hacerlo y much
tir tan bien y
s mejillas se sonrojaron violentament
nfundido s
o -comenté. Frunció su ceñ
í? -inquirió, besando
-susurró
lo sepas
.