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Historia
Guerrero Dargox

Guerrero Dargox

Autor: Any Estrada
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Capítulo 1 Capitulo 1

Palabras:2200    |    Actualizado en: 21/11/2022

ítu

A

o cuando monto sus pequeñas maletas en su auto ante

eguntándose cómo es que fue tan ciega de no verlo que el hombre era en realidad. Con él en prisión era el momento de irse lejos después de hab

endió sobre ella. De esa manera no estuviera en estos momentos dónde se encontraba, en el frío suelo de una jaula con gruesos barrotes de metal, una especie de taza en una esquina dond

ués de llevarle su tercera y última comida por ese día. Tenía que darle algo de crédito a las malditas cosas por suponer o investigar de que debían alimentarlas tres veces al día eso o que pretendían engordarlas para que fueran su próxima comida. Al principio entro en páni

r su idioma, el cual estaba segura era español, no lo hizo. Hasta que uno de los lagartos entro en la bodega de carga y se acercó a la mujer que no dejaba de llorar y gritar, abrió su jaula la sacó y sin má

-. ¿Tienes alguna idea de a dónde nos llevan? -observ

to. No t

¿Correcto? Quiero decir, y

una semana o dos, no estoy muy segura. Luego llegaron la otra mujer y tú. -

o. -le confesó mi

solos en el mundo, que había algo más ahí fuera. Pero nunca creí q

ntas millas de distancia, cuando una diminuta luz roja parpadeó cerca de mis pies, comencé a se

conduciendo. ¿Cómo te llamas? ¿De dó

pero todos me dicen

Todo estará bien, Jess. Solo ma

otes para estar más cerca de la jo

ste punto no sabía a cuál de las dos tratab

n mujer

a. Pero la verdad es que ella se veía muy joven-. Vivo con m

genial

Y

da en relaciones públicas

n con horror. Otro estremecimiento le hizo saber a Karen que la nave estaba siendo golpeada por algo. Lu

siendo a

un fuerte estallido resonó en el lugar. Karen abrazó lo más que pudo a Jess. El lagarto salió volando hacia atrás cuando la puerta se abrió con una explosión. Diez sujetos completamente cubiertos con trajes similares al cuero, entraron muy bien armados. Al

o saber que era, su cuerpo se es

le record

de que estaba viva y que sólo habían abierto las puertas de las jaulas. Ella y Jess se mantenían juntas, uno de ellos se metió dentro guardando su arma en su funda y levantando las palmas de sus manos hacía arriba en señal de rendición. Volvió a gruñir algo, pero Karen sacud

os cosas: Una, Que eran

aún sólo podía significar una cosa... las estab

te, unas fuertes manos la agarraron de su antebrazo para sostenerla, miro al sujeto que le volvió a gruñir teniendo un mejor vistazo d

mó en sus brazos cargando su pesado cuerp

la! -gri

de alguna manera, aunque ella estuv

dejar que

da podría ser peor que ser secuestradas de vuestros hogares en la tier

remos bien? -vol

ño a ninguna. Así que por favor mantengamos la calma. -buscó a Jess con la mirada, ya que esta sólo podía ver al sujeto fr

engo m

o pediré que nos

eso sí no n

contrario ya las abrían sacado a la fuerza. Pasos corriendo del interior del ba

y ella asintió para que no pusiera resistencia. El que estaba cerca de

otra puerta de carga que se abrió en seguida mostrando a lo que parecían ser cuatro

recordar a los de un gato. Sus cabellos largos y sedosos le caían a la cintura, sus tonos variaban del blanco al negro y marrón. Las facciones duras y estru

razos, aunque no podía verlo, trato de imaginar có

en cuando ante puertas que se abrían a su paso. Entraron a un elevador que descendió causándole una sensación aterradora en su cuerpo, se aferró con fuerza a

sujeto alto, no tanto como el que la llevaba, pero igualmente musculoso, de cabello negr

e quedó en blanco al ver t

a una canoa solo que el triple de grande seguramente para poder albergar sus enormes cuerpos. Dio un paso atrás

logro quedar sentada, fue entonces que se dio cuenta que el verdadero reto sería bajarse de la cama sin r

de botones y cable en su increíble computadora, Kare

a! ¿En qué me

e morir era much

ano. Karen lo observó, era un pequeño dispositivo del tamaño de un

es? -s

y mostrándole su oreja, llevo el dispositiv

en mi oído? -le pregunto haci

e hizo saber que tenía que a

ma. ¡Experimento!» fue

canoa que en seguida comenzó a cerrarse como una c

ellos-negro se puso en su campo de visión hablándole en ese extraño idioma de él. Sus párpados comenzaron a pesarle mientras un

idad lle

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