los que no he hecho más que mostrarme receptiva buscando que pierda el control y me haga alguna pequeñ
, es brutal. Él sabe sostenerme al borde del placer, darme dolor donde le
ira y me empuja contra la pared para morderme la nuca, es mi Thiag
erección presionando mis nalgas -. Haces que te desee de una manera
o que se suelte un poco más. Que confiese. O al menos q
ntra él -. Siente lo mucho que t
slos apartando la tela del carísimo vestido y cuand
íra
tá esa palabra qu
y sus dedos entrando fuerte en mi resbaladiza abertura, me hacen gritar al tiempo que su otra mano m
tamente cinco años no lo hago. Todos mis orgasmos fueron suyos y este que se construye dentro de mí, al ritmo del entrear y salir d
rete! -ordena
remenda y entonces vuelvo a estar excitada cuando saca sus dedos de mí y los introduce e
e siento que hierv
no quieres eso. No sabes lo que arriesgas intentando que caiga contigo cuando eres tú, la que no po
onces
saciada entre las piernas y preocupada entre mis recuerdos y pensamientos mientr
.
jo, arreglado y menos encen
hófer me abre la puerta bajo la ate
ncreíblemente grande y me dedico a pasarle u
corri
e y de forma rápidamente vergonzosa pero de
o témpano de hielo. E
compañante y confirmo
o tengas en cuenta. Mírala a ver s
mbro y es tan fuerte que él cam
e haya fijado en ese gesto pero la
ós,
nrientes porque sabe que me ha p
er -. Por favor sonríe -me orde
ón de cámaras y flashes, micrófonos con periodistas amarillistas detrás que esperan tener
a cámara -ordena en mi oído y me ob
che. Nunca más luego de entrar, aquel hombre me
personas que no hicieron más que mirarme hambrientas de in
negocios cuando intentaban hablar conmigo, él robaba mi at
en algún formato de nuestro acuerdo, se podía interpretar como esto nuestra relación, es cierto que él no tiene la menor de las ideas
el señor tomándome de un
a privada para su cena, ahora ha abierto al público extern
igadas, a sus antebrazos. Ponerlas en su cuello sería de
onoce recuperando su
a todos, he sido la zor
n lo de antes cuando me pidió no ser suya jamás -. No eres mi zorra y ellos lo saben porque jamás he dejado que ninguna mujer se acerque a n
embriagada por su aroma. Me e
tra la mía y más de uno murmura un jadeo de as
n mis labios y vuelv
nuestras posturas. Más de uno nos mira y adivino en sus ojos que jamás han v
sí de posesivo cuand
bar sonriéndole a una rubia des
é...? Ni m
ente de él y salgo directamente al baño des
aje llega cuando me refres
en el mismo instante en que Marcos entra como si no supiera que es el baño de señoras y no sé si ca
das est
n pase privado que hicimos Thiago -ahora Mar
ro todo queda en suspenso cuando él me toma de la mano
ras que es ta
bajo mis pies. Solo espero