img Niña Mala y Billonaria  /  Capítulo 5 El certificado de virginidad | 5.75%
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Historia

Capítulo 5 El certificado de virginidad

Palabras:2092    |    Actualizado en: 21/12/2022

stro y me bañé. No tardé en darme cuenta que no aguantaba el agua caliente, ya estaba acostumbrada a las duchas frías y un minuto después de haber abierto la llave del ag

ultado de las anteriores; casi me quedaban de ombligueras. Le hice un nudo en las puntas y me la puse así, pero

tasia. La encontré pelando unas papas que

e vinieras conm

señorita Valentina, pero t

digo a Patricia que has venido

arme o tuvo consideración de mí, que no contaba, en ese momento,

minutos es

a casa. Anastasia se había quitado el uniforme de trabajo y la env

le sugirió el señor Camilo,

icar la dirección de otro médico, uno

ervó, con los oj

é que

un guiño. Anastasia asintió con la cabeza y le indicó a Carlos cómo llegar al c

Anastasia se acercó a mi l

¿no es virg

esté, también

sí lo

enti

examen, entre las piernas, para compl

eñor Camilo descu

tasia con s

cido sí e

in

ñorita,

e un certificado falso, y tampo

lo va a querer que le entregue un certif

é los

llevara un certificado, no que tenía que

sia as

trae miradas que hubiera preferido no alentar. La ropa que llevaba, con una camisa convertida en ombliguera, tampoco me hizo mejor. Cogí con fuerza a Anas

penas unas horas que había salido del internado y el dispositivo hacía parte de la enorme lista

debía ser la secretaria del médico, una mujer de mediana edad

in dejar de observar la re

arte de Anastasia Contreras -

rada, molesta de que e

o, regresó a su crucigrama, como si acabara de pronunc

stasia, que torció los labios,

nsistí-. Necesito ver a

í pena por su jefe que, con una secretaria así, debía perder muchos clientes a diario. En el consultorio solo habían dos personas más, q

r nada -contestó la secretaria con un tono de voz más al

ificado ese mismo día. Tampoco estaba dispuesta a que esa secretaria, q

ito no toma más de cinco minutos -contesté, todav

y volvió a pegar sus o

do la sala de espera, en donde las dos personas sentadas, una mujer de unos treinta

a puerta. Era lo que estaba esperando, que su grito llamara la atención del

la luz que salía del interior la pudiera quemar, porque se quedó quieta en donde estaba. Al otro lado de la puerta estaba un h

adie en particular. Yo estaba por contestarle cuando

nastasia, ¿se

l primer vistazo no la hubiera reconocido, p

-dijo el médico y, antes de cerrar la puerta, volvió a pasear los ojos por mi cu

me en la sala de espera. Antes de hacer

a. -Le dije con

ó, se sentó y regre

en que me acompañaría, al día siguiente, a comprar ropa. Cuan

sia -dijo el doctor sentado tras su e

ó Anastasia mientras nos sentábam

ia o con qué título me hubiera presentado, siguió mirán

a fuera a agregar algo más y con ganas de salir, cuanto antes, de ese sitio. Estaba arrepen

reguntó el doctor, algo más s

garganta ante

diga que

e se formaba en los labios inclinados del

lo e

hecho esa pregunta. Pero este doctor no era de ese tipo y yo lo sabía desde el

lesta, pero sin alzar la voz, más bien co

ntrelazadas, a la quijada, como si estuviera por tomar una d

luego, pero no es un certificado ec

al después de la mirada con

uizá creyendo que me hacía un favor, pero la verdad era que estab

el médico, con m

e cuesta?

zadas y supuse que estaría añadiendo ceros a la cifra que debía tener en mente-. ¿Qué tal si lo que dijera

ificados falsos, incluso órdenes alteradas para reclamar medicamentos, sin que le impor

nastasia-. Creo que pe

na cosa más. -Noté que estaba esperando a que me volviera a sentar. Lo hice, dispuesta a levantarme de nuevo, esta vez si

edad-. Lo requiero para poder ingresar a un convent

usa le sonó razonable. Me había fijado que, sobre su cabeza, había un crucifijo y acerté en mi suposición. Pese a q

vienen a mi consultorio a que les entregue certificados de ese tipo para poderse casar, porque tienen novios muy celosos o demasiado conservadores, pero cu

ja, no esperaba una reducción del precio, solo que

hasta ese momento caí en cuenta de que, aunque vivía en una mansión avaluada en un centenar de millones de dólares, tenía a mi servicio un chófe

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Contenido

Capítulo 1 El peor de los tiranos Capítulo 2 ¿Todavía eres virgen Capítulo 3 Tarde de Shopping Capítulo 4 ¿Qué pasó con mi habitación Capítulo 5 El certificado de virginidad Capítulo 6 Valentina, te traje un regalo
Capítulo 7 No tengo dinero ni para comprarme unos protectores
Capítulo 8 Quitar y dar
Capítulo 9 Empezaba a ver la luz
Capítulo 10 Ángel o Demonio
Capítulo 11 Mi hermana mayor
Capítulo 12 Las otras condiciones de los fideicomisos
Capítulo 13 ¡No voy a aguantarme ese ruido!
Capítulo 14 Apestas a nicotina
Capítulo 15 El gran oso de felpa
Capítulo 16 El abogado Carrara
Capítulo 17 Viaje en motocicleta
Capítulo 18 Pizza de lágrimas
Capítulo 19 Fantasías prohibidas y regreso a clases
Capítulo 20 Cumpleaños atrasado
Capítulo 21 ¡Chicas al poder!
Capítulo 22 ¿Para qué quieres una moneda
Capítulo 23 Bailando sobre la cama
Capítulo 24 Sospechas
Capítulo 25 Tarde de estudio
Capítulo 26 No te puedes hacer un tatuaje (1)
Capítulo 27 No te puedes hacer un tatuaje (2)
Capítulo 28 ¿Quieres ser mi nana
Capítulo 29 Construye un muro humano
Capítulo 30 No tuve necesidad de desmaquillarme
Capítulo 31 Solo debo escoger con cuál me acuesto cada noche
Capítulo 32 Cuento los días para el crucero
Capítulo 33 El cuarto de cámaras
Capítulo 34 Visita al internado
Capítulo 35 No es su culpa
Capítulo 36 Me lo regaló mi papá
Capítulo 37 La cena antes del viaje
Capítulo 38 Primer día en el crucero
Capítulo 39 Primera noche en el crucero
Capítulo 40 Mi primera resaca
Capítulo 41 Noche en el casino
Capítulo 42 ¡Ruleta!
Capítulo 43 Le tenemos una sorpresa, señor
Capítulo 44 Aclarando las cosas
Capítulo 45 Tenemos que hablar
Capítulo 46 Ciao, Carrara
Capítulo 47 Almuerzo de negocios... con Emily
Capítulo 48 ¿Este es Sebastián ¿en serio
Capítulo 49 No te rías de mi dragón
Capítulo 50 Fuego negro
Capítulo 51 Sesión de fotografía...¡Desnuda!
Capítulo 52 Dale el empujón que necesita
Capítulo 53 ¡I wanna rock and roll all night!
Capítulo 54 Un nuevo comienzo
Capítulo 55 Un hombre extraño
Capítulo 56 Información urgente
Capítulo 57 ¡Vamos a cocinar juntos!
Capítulo 58 Preparando el examen
Capítulo 59 El contenido del sobre
Capítulo 60 Reunión con Carrara (1)
Capítulo 61 Reunión con Carrara (2)
Capítulo 62 Reunión en el estudio de la mansión
Capítulo 63 Contra el abogado más poderoso del mundo
Capítulo 64 Una luz en la gruta
Capítulo 65 Tu mamá lo hizo por ti
Capítulo 66 ¿Qué quieres para tu cumpleaños, amor
Capítulo 67 Lecturas prohibidas
Capítulo 68 Mis dulces 17 (1)
Capítulo 69 Mis dulces 17 (2)
Capítulo 70 You're poison running through my veins
Capítulo 71 Una cándida bienvenida a tu corazón
Capítulo 72 Sé lo qué hicieron en el apartamento
Capítulo 73 Hogares Charity Child
Capítulo 74 ¿Qué puedo hacer por Ivania
Capítulo 75 Una semana para decidir entre Emily y Valentina
Capítulo 76 De visita en Charity Child (1)
Capítulo 77 De visita en Charity Child (2)
Capítulo 78 Un amor que nace condenado a morir
Capítulo 79 Un cuarentón y una colegiala en un café
Capítulo 80 Soy la peor hipócrita del mundo
Capítulo 81 Valentina hospitalizada (1)
Capítulo 82 Valentina hospitalizada (2)
Capítulo 83 Noche de copas
Capítulo 84 Las Vegas
Capítulo 85 Las Vegas (2)
Capítulo 86 Las Vegas (3)
Capítulo 87 Notas de la autora
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