Pecados de la corte

AR

uerta, otro perdido en el amplio apartamento. Mi abrigo favorito estaba a punto de lavarse, los platos de a

además no tenía tiempo de cambiarla si se mojaba. Hasta los mechones como pude y me metí el cepillo de dientes en la boca, después de untar una pequeña

a pequeña cantidad de espuma que se formó en mi boca y salpiqué un poco de agua para limpiar el resto, luego salí co

y rápidamente me los puse. Deslicé mis brazos a través de las correas de mi b

an veinte minutos para las siete de la mañ

r es quedarse cinco minutos más en la cama un miércoles. Eso es porque el reloj decid

rabajo y yo sabía que un supervisor de televentas me iba a arrancar el poco y c

nto donde tomaría el expreso armenio. Necesitaba correr, porque debería haber estado a mitad de camino y no había forma de decirle a mi jefe que estaba atascado en el tráfico

sona enrevesada co

a calle con su nuevo Honda Biz completamente distraído y sin aparente preocupación. Traté de saltar frente a

la bicicleta casi me derriba, su rostro pál

e necesito

ntras le daba vida a su moto. Sostuve sus manos haciendo la p

e debía ve

arme por completo, pero forcé esa mirada aún más dejando cae

e midió de arriba abajo.

Necesito llegar a Vila Mar

eso al objeto de dos ruedas. - Es mi amor. Dejé escapar un 'credo', lo que hizo que me

Mientras tanto, el Onix 2019 naranja subió por la misma calle en la que estábamos. La placa número 22 era irreconocible

e tener el disgusto de hablarle a lo que se acercaba, pero el dueñ

cho!" Traté d

y el que da el paseo aqu

el chofer de Onix haciéndome poner los ojos en blanco y casi v

frunció el ceño al hombre. Tuve la maldita idea de mirar dentro del a

yo solo fijé mis ojos en el camino frente a nosotros mientras e

i conductor se puso el casco y chasqueó los dedos para seña

o el biz para sortear el auto naranja y tom

s. Nos quedamos atascados en algunos puntos del camino, pero pronto encontró una

e hablar y mi amigo pareció entender bien mi opción,

en la entrada del edificio y me qui

e nada. Terminó. Henry me dio un puñetazo en el hombro de la forma más amistosa que pudo. "Sé que las personas son muggles y se aferran

abusiva y también al momento en que descubrí la traición. Era horrible sentir un millón de cosas por la misma persona y no poder estar lejos de ella viviendo en el mis

los ojos de Henrique brilla

esto en el baúl del biz y me dirigió con la mano ce

, fingiendo que le dolía. Me reí." ¡Encuéntrame en la casa alre

ta!" vitoreó. "Oye,

é ca

elta para correr lo más rápido que pude hacia el p