r
marz
un mecena
la lista interminable de documentos por entregar que mi jefa
de decirlo sería ordena
jo hacia el cesto de basura que esta en frente de una de las puertas div
-murmuro co
ta que me quedan casi dos horas, mi paciencia se ha extinguido, he acabado con mis uñas postizas y naturales, mi estómago ruge, mi cabello se está cayendo d
ieres tu trabajo. Ne
tra el frio escritori
y tus pies no sirven para vender fotos de ellos por internet. Así que, lo único que te queda es aguantar a la odiosa de tu jefa y trabajar como burra hasta que te jubiles en muchos años, a q
or lo ú
das las enfermedades que me ha ocasionado, pero lo repito como mantra interno hasta lograr autoconvencerme, si es que eso algún día lleg
os mis verdaderos conocidos lo saben; hablo sola, soy despistada con lo que ocurre a mi alrededor y dejo lo importante hasta el último minuto. Finjo que es por la adrenalina y que
, desde que nos c
iado acostum
bién le gu
desesperadamente, incluso metiendote a ti mism
eflejo imita mis movimientos. Estiro mis brazos por sobre mi cabeza hasta que escucho mi espalda tronar. Me he quedado en trance un momento tratando de recordar lo que debía hacer, pero ahora recuerdo que no quiero hacerlo. Esos anillos son lo único que aún me ata a é
erda papá justo antes de salir de la vieja ca
s nerviosa, cuento los pasos
dos,
Escucho susurrar a mi hermana
cinco,
está llena y aprieto con más fuerza el brazo de papá. Temo caerme y hacer el ridículo frente a todos. Estoy sudando como nunca. Maldita la hora en que d
cho, nue
todas las preocupaciones. Puedo sentir mi corazón palpitando y a nada de salir desbocado de mi pecho, al igual que una o dos gotas de sudor recorriendo lentamente mi espalda hasta perderse justo en mi
una semana antes de la boda, no éramos unos niños como para fingir pureza antes del matrimonio, pero se sentía peculiarmente bien el esperar. Lo compartíamos casi todo desde el comienzo; amistades, ger el amor sin hacerlo, se dispuso a darme u
del resto de
lanco -sonre
bajas, pero en su mayoría una buena historia, al fin estábamos a nada de compartirlo realmente todo. Pasaría de ser Ara Rojo a Ara Rojo de It
mano sobre la suya y es ahí cuando -dentro de mis recuerdos- veo mi vida cambiar en un santiamén, y su ro
lo que me muestra la vista me deja momentáneamente paralizada en todos los sentidos. El rostro al
do y su voz exasperante activa mis sentidos-, m
o. Por un momento pienso que está a punto de atacarme con sus largas uñas rojas apuntando hacia mi d
algo, licen
-. Tengo que entregarlos al nuevo presidente en diez minu
a hacer estragos en mi estómago hasta el punto de provocarme náuseas, y
ida col
i oportunidad de deshacerme de ella, de volver a mi vida tranquila y sin caos ideando alguna forma de poder arrojarlo el escritorio hasta que quede aplastada en el suelo
nrió con confianza, pero terror en mi interior a
bilidad, Guillermo de diseños y Martha la asistente, Top modelo, del nuevo presiente de la empresa, me bebo en dos sorbos uno, dos y tres cafés, siento mi taquicárdico corazón a punto de desb
ción que mi jefa debe hacer, pero siempre termino haciendo yo. Logro colocar todos los documentos, en un tiempo récord de cuatro minutos y medio, en el escritorio de mármol blanco de la oficina d
cente y no puedo más que esperar hasta la cena o que mágicamente mi hígado esté libre de cirrosis gracias al exceso de café. Pero, contradicto
so
hacia mi dirección, así que, levantando las manos y con gesto de absoluta vergüen
er
lendario en el costado de mi espacio de tra
ena con las chicas. 8
o mucho más corto de lo habitual y sumamente maquillada a mi jefa en dirección a los
busca subir de puesto? -pregunta Ágata
la pequeña niña del grupo, aunque jamás la he visto dejarse intimidar por nadie, no como yo. Cuando nos conocimos, a principios de abril del 2019, no me agradó en lo absoluto, era tan opuesta a mí -alegre, vivaz, apasionada de la vida y con una energía que muy pocas personas poseen-, y aun lo sigue
no de mis más grandes enemigos-. Así es como viste para seducir. -Remata lo
mi apoyo en el área era Eunice Carbal, quien tras seis meses fue ascendida a promotora comercial y yo, en más de tres años no he podido ganarme ni un ascenso desde la última vez. Nino, desde luego me ve como su enemiga, su rival a vencer, pero no lo ha obtenido por dos simples razones: no es n
una eternidad, pero tan solo
l ratón de la computadora sobre la panta
ctora general. -Nino me guiña el ojo y vue
confío en que se quede callado y no corra con Greta a contarle lo mal que hablo de ella, porque si ella me cayera bien yo lo haría con tal que lo despidiera de una vez y por todas, sin emb
ñera, y casi mejor amiga, en forma ir
ímetros cuando veo el pequeño trozo de papel caer sobre el café de la vieja Inés asistente principal del área de diseños sin
murmurar y asiento con la cabeza
ero no puedo negar que con ellos sus piernas se ven bastante llamativas. Él, por otro lado, es bastante guapo, cabello oscuro ondulado, cejas bastante pobladas, rostro simétrico y labios carnosos. Porta
re sa
¿Cómo se sentirá apretarlo o
omo me g
ón gratamente sexual por aquel hombre,
buen
lguna -resp
ara ponerse colorada. No porque este mal el hecho de que me gusté un hombre
cual luce bastante hermético mirando hacia todos lados -como si buscara algo en específico-, tuerce la boca ligeramente, un g
, decido rápidamente volver a mi asiento, al menos mi cuerpo decide que eso es lo mejor para hacer
ar si se les ofrece algo d
abeza incapaz
emonios te p
s jugar así co
acue
romisión. Están de pie frente a la ventana, ella tiene sus manos puestas en los hombros de él mientras le sonríe con coquetería y este la toma sin preocupación por las caderas. De
alguien tan detestable como ella? ¡Có
-. Es mi asistente principal. -Ahora se dirige a él, hacie
lo ha ganado, escupiré en l
mente hacia él con la esperanza de encontrar algo que me d
me quiere comer", o
s guapo, bastante e intimidante a la vez con su expresión plana
i mom
nto a mis habilidades y conocimientos, para así poder ascender de puesto, él adoraba demasiado a mi j
Greta sonríe condescendienteme
-Espero impaciente por sab
con sus ojos aceituna y se muerde el labio inferior a la vez que trag
mo es que se
voz me estremece y por un mom
icina, tambaleándome un poco por lo
para Greta mientras Ágata m
sexy o es de las que te espantan? ¿Estará
te quiero
jo. Eso parece. Bien, como si fuera cualquie
me escuch
rrea infinita-. Déjame terminar con
u expresión de niña regañada. Contengo el impulso de ir tras e
odo listo en la b
escupir, he
a que he colocado de adorno. Cuando entro de nuevo a la oficina, dejo todo en la mesa entre los sofás de cuero mientras ell
parlotea sin descanso y me interroga nuevamente por el nuevo jefe, mientras yo me quedo