img La obsesion del Jefe  /  Capítulo 9 La regla que no se debe romper | 14.75%
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Historia

CapĂ­tulo 9 La regla que no se debe romper

Palabras:3798    |    Actualizado en: 02/02/2023

oto que Alina habĂ­a hecho. Los comisarios y Konstantin e

, pero en vez de muertos son m

u novia porque acaban de jode

osada en su morena que dirigĂ­a todo el alboroto. Le encan

staba obstruido por los mecánicos, esta

elirrojo mirando como Alina pedĂ­a

– sonrió Max al ver la mi

ue ahora sĂ­ que estoy pens

la situación, abajo la pasaban muy mal, los alumnos no sabían qué

ok? – dijo Eyra mirando como trataba

Ă­a con ese alboroto y le alteraba no ver

Greco - ¿Qué put

que también los oficiales estaban mirando cóm

o necesitamos – dij

as estás cuando

ro salir por un helado – dijo

ás? – dijo

s – dijo James atrayendo la atención de los alumnos – Estamos solo nosotro

mo resolver situaciones de ese tipo. Era su momento de demostrarle no solo a los oficiales si

con uniforme rojo manchado de grasa, su cabello estaba trenzado y su

j

en? – dijo c

endente? – dijo Alina tra

o ayudar con lo que

uando le tocĂł esa misma situaciĂłn ella empujĂł a James y JM para que se

quiero hablar con alguien de alt

nos asĂ­ que diga que es lo que qui

hora estaba más tranquila, sintiendo

th apoyando a su compañera. – Por algo

uevos en mecánicos ¿Qué se siente ahora

ablaremos con la ma

terrumpi

tá llena de imbéciles anormale

lizado aquĂ­, podemos llegar a un ac

estaba por provocar más a Eyra con el fin de hacerla explotar, pero vio c

por culo, nos quedaremos aqu

uerta y más gritos e

tió un jadeo cuando sintió el calor de su entrepierna en la cadera. El pelirrojo sonrió. – Me encargaré de esto nena – la movió de la puerta y la abrió. Eyra estaba s

uieres L

mi Central o les meteré u

o retĂł con una

que fue eso lo que le atrajo a estar entre sus pie

lo le gusta infundir miedo y poder ante todo el mundo. Los comisarios no se quedaron atrás y lo acompañaron

on con la boca abiert

añaba esto –

ndida, se acercĂł a ella quedando frente suya. Le habĂ­a demostrado todo lo que cr

y la quiere entre

a mirada cuando estuv

– ordenó mirando

ÂżQ

ue le pidió mientras que Konstantin se quedaba en la recepción – Chicos, esta semana

estupendo –

os uniformes? – dijo Max

a más de un hombre, Ethan tiene una sexualidad muy débil un día es el hombre más heterosexual que existe y al otro día puede se

– dijo Alonzo con una sonrisa divertida. – Ha

genial – dij

la c

a – saludaro

sa, su cabello café oscuro y sus ojos verdes, su piel bronceada la

aquí amor? -dijo Alonzo dá

n divertido fue lo de los m

rtido – di

o? – dijo Konst

a misma, son muy buenos amigos y le agrada saber que

evantĂł su mano y l

sonrisa, sin duda hizo caso a s

dijo Tobias. – Creí que

nzo abrazando a su pro

era hora – dijo Konstantin abrazando a ambos

– Hola cuñada – le dio un beso en la meji

orque llegaste cojo

? Cuenta –

o e

ario – interrumpió A

ambién te reíste

o? – dijo

Ăł Andrea le vuelven a dar ganas de reĂ­rse. Fue desde ese moment

dia estuvo muy nervioso pero no quise decir nada y arruinar su gran plan – Alonzo rodó los ojos – Des

seguĂ­a pareciendo divertido aĂşn desp

– dijo Tobia son

cenderla dirĂ­a "ÂżQuieres ser mi esposa?" Pero todo s

– comenzaro

qué h

me miró un tanto preocupado porque no le di una respuesta pero cuando vio que el fuego iluminaba el lugar se levantó y vio lo que pasaba – hasta ella estaba riendo – Llegaron los bomberos, una ambulancia, los dos estábamos en la ambulancia y mi Alonzo estaba todo desilusionado

ta de matrimonio –

e – dijo And

para siempre y eso es lo importante – le dio un gran beso frente a todos haciendo que

o, mirando en direcciĂłn a los vestidores,

Central, por alguna razĂłn sintiĂł una punzada en su pecho al verla, no sabia porque si solo era su alumna pero verla le causo algo dentr

ijo Andrea tomando

zó también su sonrisa

mportante. Sabe bien que antes de Andrea fue un rompecorazones y a juzgar por la reacciĂłn

preguntĂł cuando

ijo Elizabeth sin mostrar

glar el problema que dejĂł con una de sus mejores alumna

ía, mañana llega tempra

y le agradeciĂł mucho que

que Alonzo fuera rompecorazones

so llegĂł a meterse con algunas alumnas que llegaban a la Central pero no pasaban l

a abogada y le caía espectacular a todo el mundo era alguien que se ganaba el cariño de

n un mejor hombre con

ue noto la quĂ­mica

a alta, tenĂ­a un top negro y unos jens azules. La reparo con la vista,

uien rompa esa

stantin, poniéndose

.

reo que lo merecíamos – dijo Eyra cuando l

ntin – Merecieron lo que tenían que merecer – apretó el volante con fuerza que sus nudillo

? – pregunto en

ndió seco –

esa "cita" no ser

aliĂł del auto seguido por Eyra. Un silencio incĂłmodo se instalĂł entre ell

lujoso penthouse, se so

horda de mecánicos es merecido un buen descanso

e su jefe, no sabe si la va a matar, ha escuchado cosas de Konstantin y algu

o no ha deseado estar con Konstantin a solas?

tos y una playera de Guns N' Roses. PodĂ­a apreciar sus tatuajes con lujo de d

rolate

hĂ­ parada como tonta

nstantin sonriĂł divertido, se acercĂł hasta quedar

acer

o alumnos – Konstantin tenso la mandíbula – Y digo, si fue hace cuatro meses

arecĂ­a que querĂ­a recordarselo a cada momento. Solo qui

propias manos pero eso joderia mi operativo en curso – la miró – Te lo dije de c

está mo

tomarte del cuello y matarte – puso sus manos a lado de la cabeza de Eyra, podía sentir su aliento cerca de su rostro – Casi te pierdo por querer hacerte la puta heroína, no sabría lo que hubie

do de poner sus manos en su rostro.– N

aste a la Central, te ganaste una bala con tu nombre y todos la tenemos, yo tengo una puta bomba con mi nombre. No quiero que te pase nada, se que no podré impedir que lo malo te pase, pero entre

e? – susurro mirándolo -

sonrió de lado y su mirada viajó admirando el rostro de Eyra, sus ojos azules, sus largas pestañas, algunas pe

el momento, pero Konsatntin no se movĂ­a de esa posiciĂłn, ya tuvo una oportunidad antes en el despacho de Ă©l hace meses, ahora

l cuerpo de la rubia al suyo, creando más pasión en el beso, Eyra enredaba sus dedos en el cabello roj

us manos comenzaban a colarse por el top de la rubia. Necesit

pero sabĂ­a que debĂ­a hacerlo. La puta regla, no quiere

a miró – No me mal entiendas, no es que no quiera, joder desde el momento en el que te vi

onrojadas, su pupila dilatada, sus labios r

abrió los ojos y lo miró – Tenemos la regla de nada de relaciones amorosas, románticas o sexuales entre los alumnos hasta que tengan el

suspiro un poc

o te tomaba y te hacĂ­a solo mĂ­a, pero tampoco quiero que pienses

ionada de escuchar esas palabras de su jefe, todos s

us manos que aĂşn seguĂ­an toma

tiempo – junta

meses, creo que puedo esper

con fuerza, era la primera vez que le pasaba eso. N

Ăł y la mirĂł - ÂżQu

– preguntó

ida rápida que había en la sala y después lo miró. – Joder, ll

ada – sonri

ir al jacuzzi o a la alberca, lo qu

se puso de puntitas y le dio un beso en la meji

eando las caderas provocándolo más. Miró la cocina y

odo el mundo se joda, que se joda su regla,

se j

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Contenido

Capítulo 1 Prefacio Capítulo 2 El inicio Capítulo 3 Nervios de ninfomaníaca Capítulo 4 Un café... Capítulo 5 En problemas Capítulo 6 Novata en apuros... Capítulo 7 Lebrant Capítulo 8 Regresó a la Central Capítulo 9 La regla que no se debe romper Capítulo 10 Conflicto emocional y sexual Capítulo 11 Prueba de fuego
CapĂ­tulo 12 Problemas amorosos...
CapĂ­tulo 13 Los Dixon
CapĂ­tulo 14 Silas Dixon
CapĂ­tulo 15 Una verdad a medias...
CapĂ­tulo 16 Noche de revelaciones
CapĂ­tulo 17 Secreto...
CapĂ­tulo 18 El bar
CapĂ­tulo 19 Nadie se libra del pasado
CapĂ­tulo 20 Konstantin parte 1
CapĂ­tulo 21 Konstantin parte 2
CapĂ­tulo 22 Konstantin parte 3
CapĂ­tulo 23 Konstantin parte 4
CapĂ­tulo 24 Konstantin parte 5
CapĂ­tulo 25 Konstantin parte 6
CapĂ­tulo 26 Nacho...
CapĂ­tulo 27 Interrogatorio
CapĂ­tulo 28 Un poco de paz
CapĂ­tulo 29 La dama Dixon
CapĂ­tulo 30 MĂ­a
CapĂ­tulo 31 El duelo de la dama
CapĂ­tulo 32 Viviana y Silas Dixon
CapĂ­tulo 33 La bomba
CapĂ­tulo 34 Caos
CapĂ­tulo 35 Pendiendo de un hilo
CapĂ­tulo 36 El inicio de los planes
CapĂ­tulo 37 Reyes
CapĂ­tulo 38 Deja que yo lo haga...
CapĂ­tulo 39 El tablero Reyes Wayne
CapĂ­tulo 40 Juego de mentiras
CapĂ­tulo 41 QRR
CapĂ­tulo 42 Un anillo y una muerte
CapĂ­tulo 43 Caos
CapĂ­tulo 44 Planes en marcha
CapĂ­tulo 45 ÂżKonstantin o Lebrant
CapĂ­tulo 46 Cinco meses tarde
CapĂ­tulo 47 Un muerto no tan muerto
CapĂ­tulo 48 CorazĂłn dividido
CapĂ­tulo 49 DeclaraciĂłn de guerra entre amores
CapĂ­tulo 50 Soy el padre
CapĂ­tulo 51 La ceremonia
CapĂ­tulo 52 ÂżSegunda oportunidad
CapĂ­tulo 53 Pelea
CapĂ­tulo 54 Secuestro
CapĂ­tulo 55 Sin salida
CapĂ­tulo 56 Nick
CapĂ­tulo 57 Planes
CapĂ­tulo 58 Sin tiempo
CapĂ­tulo 59 Al borde
CapĂ­tulo 60 Juntos
CapĂ­tulo 61 Soy suya, ustedes mĂ­os
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