us dedos en su cabellera rubia, jugĂł con su lengua mientras
ica me enl
u delirio, estaba sediento y era su mo
egla – le costaba hablar al senti
olvió a besar sus labios – Y puedo
Konstantin se detuvo y la miró. – Enserio, quiero hacer esto bi
s e hinchados, su cuello rojo, el subir y bajar de su pecho, la pupila de sus ojos dila
llegue al menos hasta alumno entrenamiento – lo miró. – No quiero
n meses
rtida, se mordiĂł el labio - ÂżNo se supone
odĂa hacer lo
l tenĂa que saciarse de ella d
ceptaré un no como respuesta – dijo pas
Di
que ella lo rodeara por la cadera. Eyra jadeo al inesperado movimiento. – Pero yo voy a saciar mi sed por ti y te dejaré tan
stant
uerza. Konstantin la dejó sobre su cama, acostándose sobre ella. Volvió a besarla sus manos comenzaron a entrar bajo su top,
parĂł de ella solo para sacarle el top, su sostĂ©n rosa cubrĂa bien sus pechos pero era delgado y podĂa ver sus pezones erectos. Se relamiĂł los lab
se estaba arrepintiendo de haberle negado el sexo, si ya estaba totalmente excitada de
stantin en el borde de su pant
ntin – s
ba a saciar
sostén, se retiró un poco solo para deleitar su vista de ella
acer – dijo con
guno de lo que el pelirrojo estaba haciendo, besando sus mus
bragas. Eyra soltĂł un gemido, aferrándose a las sábanas de la cama. La pĂcara sonri
enciones. Rodeando con sus manos las caderas de la rubia, la atrajo más a él, en cuanto sus labios y su
u clĂtoris. Succiono, chupo y saboreo a su chica, le habĂa enloquecido verla desde el primer dĂa y ahora sabe que valiĂł la pen
taba verla asĂ. El orgasmo la estaba alcanzando y cuando se corriĂł, su vista se nublo y su cuerpo pa
tigo por lo que hiciste, este será tu castigo nena – susurrĂł a su oĂdo. – No te vo
con ella. TomĂł sus bragas y
– sonrió divertido. – Estaré haciendo la cena
o lo del castigo, odia haberlo provocado, odia haberle rechazado por l
.
no habĂa dicho mucho ayer despuĂ©s del oral que le hizo, solo cenaron junt
a más de una regla que tú mi
un sorbo a su café – Pu
to se entera – sonrió diverti
cuando fuera Oficial – suspiro – Fui tan imbé
a reĂrse – TĂş solito te
abe que la degus
nzas – suspiro – Se que en cuanto llegue
Yo dudo que ella
rmalizar. Los de arriba ya saben de nuestra cercanĂa, lo cual han tomado bien, pues asĂ creen que yo ya no so
van años juntos, además ¿cómo
n a querer que tome el puesto de Director del CNI y realmente quiero ese pue
ógica – lo miró. – ¿Cómo
mismo y en esos dĂas... – bajĂł la mirada y carraspeo, aĂşn le cuesta hablar de sus dĂas difĂciles. – Alina ha estado ahĂ, me acepto y me ama tal y como soy, sin importar
ro t
star dando largas a esto, es el momento – s
da que no puedan arreglar – le sonrĂo –
é – le
n los ojos cada que hablas de la chica. Alina es tu opciĂłn lĂłgica porque ella sabe todo de ti, ha estado en tus peores momentos y te ha apoyado sin im
Me gusta, no te lo negaré, a ti no, en verdad me atrae Eyr
tengo mucha mierda encima y tengo una familia esperándome en casa – dijo Nacho –
tos y emociones que creĂa muertas para Ă©l. Eyra en verdad provo
corazĂłn se detuvo – pasĂł su mano por su cabello jalando con fuerza – Tuve que aparecer para mirarla con mis ojos y ver si no alucinaba. Verla de rodillas justamente frente a mĂ con un arma apuntándole la cabeza – lo mirĂł – QuerĂa tomar mi arma y matar a todos los hijos de puta que estaban ahĂ, aunque eso jodiera toda mi fachada, no me importaba que todo se fuera a la mierd
uiere. Pero no al grado de Eyra, por ella quemarĂa el mundo
le sonrio – Pero, me demuestra que estas enamorado, estas locam
pero tampoco
está en
dijo
ca que trajis
e ahoga con su trozo de
ya van dos veces – Matt puso dos tazas
antin cuando Matt des
n ÂżCĂłmo que ya tr
cafeterĂa – dijo sin
ra importante, nadie sabe que esa cafeterĂa
menos que sea Horacio y por lo que sé le pr
es mĂo el lugar, viene c
mitirlo. – Trajiste a Eyra aquĂ, no importa el porque, tĂş l
all
ar? A partir de ahora estaré más en ese bar – soltó una risita y Kons
abrá que este
Ăa nada de eso, al
enamorado y no está mal, apuesto lo qu
asado. – Me darĂan por culo todo el tiempo – suspiro triste – De seguro que estará jodiendome para que vaya con Eyra, real
a – los dos rieron - ¡Matt! Trae explosión d
sistiendo que se case con Ey
lo miró – Mañ
onrió – Ya qui
ue ir, nos vemos m
cito – sonri
afeterĂa y se puso en ma
.
sonrió tapándose la boca
die deberĂa saberlo – Eyra
esionando – suspiro con una sonrisa - ¿
mnos hasta que tengan el rango de oficial – la miro – Asi que, por el momento nadie lo sabra y
Ăł que me diera el mej
l Superintendnete sin se
Ă©l me castigo
de lo emocionada que estaba
amiga – volvieron a reĂrse – Pero, sabes que el super n
qué
– Casi todos saben que él y creo, no estoy
no me dijo nad
ué no era
no, se habla mucho de ellos – suspiro – Y no te lo digo para que te sientas mal, te lo digo para que no te tome por sorpresa si es que lo llegas a oĂr o si es verdad, lo llegues a
nrió – Debere ver que pasa con eso o hablarlo co
tá b
el Superintendente riéndose, cuando por la puerta entró un ch
Ă© demo
se miraron sin en
un wey con fald
dea – dijo Kons
oner una denuncia – d
do la situación y más de uno se quedó m
– dijo Alonzo y ninguno de los comis
s faldas son tendencia? – dijo
denunciar que me es
cosar – dijo otro ofic
dijo Kyle – Tom
as reĂan. Los dos oficiales, se acercaban y hacĂan comentarios obscenos al
– dijo Elizabeth saliendo de esa i
iban o ignoraban la situaciĂłn del chico siendo a
.
me sentĂ mu
sobrepase – dijo u
alumnos tienes – dijo el chico
yo de la escena. – Ya lo tenemos solucionado, está es su semana de
el chico – Pues nada chicos, debere ir a un pu
tin – Disfrutalo porque l
rió divertido –
diĂł de los oficiale
ra? – di
nrió – Mañana irán los de siempre a tocar los huevos pero el
rió Max – Me gusta la idea
n divertidos - ÂżQuieres
ándolo – Vamos a tu casa, me quedaré conti
o opción – rieron y se pu
stán listos para