img La obsesion del Jefe  /  Capítulo 10 Conflicto emocional y sexual | 16.39%
Instalar App
Historia

CapĂ­tulo 10 Conflicto emocional y sexual

Palabras:3420    |    Actualizado en: 02/02/2023

us dedos en su cabellera rubia, jugĂł con su lengua mientras

ica me enl

u delirio, estaba sediento y era su mo

egla – le costaba hablar al senti

olvió a besar sus labios – Y puedo

Konstantin se detuvo y la miró. – Enserio, quiero hacer esto bi

s e hinchados, su cuello rojo, el subir y bajar de su pecho, la pupila de sus ojos dila

llegue al menos hasta alumno entrenamiento – lo miró. – No quiero

n meses

rtida, se mordiĂł el labio - ÂżNo se supone

odĂ­a hacer lo

l tenĂ­a que saciarse de ella d

ceptaré un no como respuesta – dijo pas

Di

que ella lo rodeara por la cadera. Eyra jadeo al inesperado movimiento. – Pero yo voy a saciar mi sed por ti y te dejaré tan

stant

uerza. Konstantin la dejó sobre su cama, acostándose sobre ella. Volvió a besarla sus manos comenzaron a entrar bajo su top,

paró de ella solo para sacarle el top, su sostén rosa cubría bien sus pechos pero era delgado y podía ver sus pezones erectos. Se relamió los lab

se estaba arrepintiendo de haberle negado el sexo, si ya estaba totalmente excitada de

stantin en el borde de su pant

ntin – s

ba a saciar

sostén, se retiró un poco solo para deleitar su vista de ella

acer – dijo con

guno de lo que el pelirrojo estaba haciendo, besando sus mus

bragas. Eyra soltó un gemido, aferrándose a las sábanas de la cama. La pícara sonri

enciones. Rodeando con sus manos las caderas de la rubia, la atrajo más a él, en cuanto sus labios y su

u clĂ­toris. Succiono, chupo y saboreo a su chica, le habĂ­a enloquecido verla desde el primer dĂ­a y ahora sabe que valiĂł la pen

taba verla asĂ­. El orgasmo la estaba alcanzando y cuando se corriĂł, su vista se nublo y su cuerpo pa

tigo por lo que hiciste, este será tu castigo nena – susurró a su oído. – No te vo

con ella. TomĂł sus bragas y

– sonrió divertido. – Estaré haciendo la cena

o lo del castigo, odia haberlo provocado, odia haberle rechazado por l

.

no había dicho mucho ayer después del oral que le hizo, solo cenaron junt

a más de una regla que tú mi

un sorbo a su café – Pu

to se entera – sonrió diverti

cuando fuera Oficial – suspiro – Fui tan imbé

a reírse – Tú solito te

abe que la degus

nzas – suspiro – Se que en cuanto llegue

Yo dudo que ella

rmalizar. Los de arriba ya saben de nuestra cercanĂ­a, lo cual han tomado bien, pues asĂ­ creen que yo ya no so

van años juntos, además ¿cómo

n a querer que tome el puesto de Director del CNI y realmente quiero ese pue

ógica – lo miró. – ¿Cómo

mismo y en esos días... – bajó la mirada y carraspeo, aún le cuesta hablar de sus días difíciles. – Alina ha estado ahí, me acepto y me ama tal y como soy, sin importar

ro t

star dando largas a esto, es el momento – s

da que no puedan arreglar – le sonrío –

é – le

n los ojos cada que hablas de la chica. Alina es tu opciĂłn lĂłgica porque ella sabe todo de ti, ha estado en tus peores momentos y te ha apoyado sin im

Me gusta, no te lo negaré, a ti no, en verdad me atrae Eyr

tengo mucha mierda encima y tengo una familia esperándome en casa – dijo Nacho –

tos y emociones que creĂ­a muertas para Ă©l. Eyra en verdad provo

corazón se detuvo – pasó su mano por su cabello jalando con fuerza – Tuve que aparecer para mirarla con mis ojos y ver si no alucinaba. Verla de rodillas justamente frente a mí con un arma apuntándole la cabeza – lo miró – Quería tomar mi arma y matar a todos los hijos de puta que estaban ahí, aunque eso jodiera toda mi fachada, no me importaba que todo se fuera a la mierd

uiere. Pero no al grado de Eyra, por ella quemarĂ­a el mundo

le sonrio – Pero, me demuestra que estas enamorado, estas locam

pero tampoco

está en

dijo

ca que trajis

e ahoga con su trozo de

ya van dos veces – Matt puso dos tazas

antin cuando Matt des

n ÂżCĂłmo que ya tr

cafetería – dijo sin

ra importante, nadie sabe que esa cafeterĂ­a

menos que sea Horacio y por lo que sé le pr

es mĂ­o el lugar, viene c

mitirlo. – Trajiste a Eyra aquí, no importa el porque, tú l

all

ar? A partir de ahora estaré más en ese bar – soltó una risita y Kons

abrá que este

Ă­a nada de eso, al

enamorado y no está mal, apuesto lo qu

asado. – Me darían por culo todo el tiempo – suspiro triste – De seguro que estará jodiendome para que vaya con Eyra, real

a – los dos rieron - ¡Matt! Trae explosión d

sistiendo que se case con Ey

lo miró – Mañ

onrió – Ya qui

ue ir, nos vemos m

cito – sonri

afeterĂ­a y se puso en ma

.

sonrió tapándose la boca

die debería saberlo – Eyra

esionando – suspiro con una sonrisa - ¿

mnos hasta que tengan el rango de oficial – la miro – Asi que, por el momento nadie lo sabra y

Ăł que me diera el mej

l Superintendnete sin se

Ă©l me castigo

de lo emocionada que estaba

amiga – volvieron a reírse – Pero, sabes que el super n

qué

– Casi todos saben que él y creo, no estoy

no me dijo nad

ué no era

no, se habla mucho de ellos – suspiro – Y no te lo digo para que te sientas mal, te lo digo para que no te tome por sorpresa si es que lo llegas a oír o si es verdad, lo llegues a

nrió – Debere ver que pasa con eso o hablarlo co

tá b

el Superintendente riéndose, cuando por la puerta entró un ch

Ă© demo

se miraron sin en

un wey con fald

dea – dijo Kons

oner una denuncia – d

do la situación y más de uno se quedó m

– dijo Alonzo y ninguno de los comis

s faldas son tendencia? – dijo

denunciar que me es

cosar – dijo otro ofic

dijo Kyle – Tom

as reĂ­an. Los dos oficiales, se acercaban y hacĂ­an comentarios obscenos al

– dijo Elizabeth saliendo de esa i

iban o ignoraban la situaciĂłn del chico siendo a

.

me sentĂ­ mu

sobrepase – dijo u

alumnos tienes – dijo el chico

yo de la escena. – Ya lo tenemos solucionado, está es su semana de

el chico – Pues nada chicos, debere ir a un pu

tin – Disfrutalo porque l

rió divertido –

diĂł de los oficiale

ra? – di

nrió – Mañana irán los de siempre a tocar los huevos pero el

rió Max – Me gusta la idea

n divertidos - ÂżQuieres

ándolo – Vamos a tu casa, me quedaré conti

o opción – rieron y se pu

stán listos para

img

Contenido

Capítulo 1 Prefacio Capítulo 2 El inicio Capítulo 3 Nervios de ninfomaníaca Capítulo 4 Un café... Capítulo 5 En problemas Capítulo 6 Novata en apuros... Capítulo 7 Lebrant Capítulo 8 Regresó a la Central Capítulo 9 La regla que no se debe romper Capítulo 10 Conflicto emocional y sexual Capítulo 11 Prueba de fuego
CapĂ­tulo 12 Problemas amorosos...
CapĂ­tulo 13 Los Dixon
CapĂ­tulo 14 Silas Dixon
CapĂ­tulo 15 Una verdad a medias...
CapĂ­tulo 16 Noche de revelaciones
CapĂ­tulo 17 Secreto...
CapĂ­tulo 18 El bar
CapĂ­tulo 19 Nadie se libra del pasado
CapĂ­tulo 20 Konstantin parte 1
CapĂ­tulo 21 Konstantin parte 2
CapĂ­tulo 22 Konstantin parte 3
CapĂ­tulo 23 Konstantin parte 4
CapĂ­tulo 24 Konstantin parte 5
CapĂ­tulo 25 Konstantin parte 6
CapĂ­tulo 26 Nacho...
CapĂ­tulo 27 Interrogatorio
CapĂ­tulo 28 Un poco de paz
CapĂ­tulo 29 La dama Dixon
CapĂ­tulo 30 MĂ­a
CapĂ­tulo 31 El duelo de la dama
CapĂ­tulo 32 Viviana y Silas Dixon
CapĂ­tulo 33 La bomba
CapĂ­tulo 34 Caos
CapĂ­tulo 35 Pendiendo de un hilo
CapĂ­tulo 36 El inicio de los planes
CapĂ­tulo 37 Reyes
CapĂ­tulo 38 Deja que yo lo haga...
CapĂ­tulo 39 El tablero Reyes Wayne
CapĂ­tulo 40 Juego de mentiras
CapĂ­tulo 41 QRR
CapĂ­tulo 42 Un anillo y una muerte
CapĂ­tulo 43 Caos
CapĂ­tulo 44 Planes en marcha
CapĂ­tulo 45 ÂżKonstantin o Lebrant
CapĂ­tulo 46 Cinco meses tarde
CapĂ­tulo 47 Un muerto no tan muerto
CapĂ­tulo 48 CorazĂłn dividido
CapĂ­tulo 49 DeclaraciĂłn de guerra entre amores
CapĂ­tulo 50 Soy el padre
CapĂ­tulo 51 La ceremonia
CapĂ­tulo 52 ÂżSegunda oportunidad
CapĂ­tulo 53 Pelea
CapĂ­tulo 54 Secuestro
CapĂ­tulo 55 Sin salida
CapĂ­tulo 56 Nick
CapĂ­tulo 57 Planes
CapĂ­tulo 58 Sin tiempo
CapĂ­tulo 59 Al borde
CapĂ­tulo 60 Juntos
CapĂ­tulo 61 Soy suya, ustedes mĂ­os
img
  /  1
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY